La ciudad china de Wuhan, donde comenzó a propagarse masivamente el brote de coronavirus, dio un paso de gigante hacia la tan ansiada normalidad al anunciar que el 8 de abril levantará la estricta cuarentena que impuso a sus habitantes el pasado 23 de enero.
Los ciudadanos de la capital de la provincia de Hubei sólo podrán abandonar la ciudad si presentan un código QR de salud verde obtenido a través de aplicaciones móviles, lo que implica que la persona en cuestión no ha mantenido contactos con ningún contagiado o sospechoso de tener la enfermedad.
La decisión arroja un rayo de esperanza para la ciudad antes catalogada como «el epicentro del brote», que ya permite que sus ciudadanos salgan de sus complejos residenciales para pasear, usar el transporte público -que se desinfecta varias veces cada día-, salir a comprar o incluso ir a trabajar.
Las redes sociales chinas también se hicieron eco de la noticia: «Hubei lleva esperando este día desde hace mucho tiempo», comenta un usuario en Weibo, equivalente a Twitter, mientras que otro pide que se agradezca a la ciudad por todo lo que ha soportado.
EFE