Se dice que el coronavirus se adhiere con mucha facilidad a cremas hidratantes y maquillaje.
No hemos encontrado evidencias científicas que adviertan que el pelo o el maquillaje sean factores de riesgo especialmente importantes de cara al contagio de coronavirus. Tampoco la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Sanidad o los CDC han propuesto ninguna recomendación en este sentido.
«La supervivencia del coronavirus en el pelo aún no ha sido estudiada (o al menos los datos no están disponibles) de manera específica», explica Mónica Berjón Otero, investigadora especializada en Virología y Biología Molecular en el Max Planck Institute for Medical Research (Heidelberg, Alemania).
Su recomendación es no obsesionarnos con el tema y simplemente seguir las recomendaciones oficiales: limpiarse las manos cada poco y mantener una buena higiene, en general.
En principio, si consideramos esta parte del cuerpo como una superficie, la OMS recuerda en su web, que «no se sabe cuánto tiempo sobrevive en las superficies el virus que causa COVID-19, pero parece comportarse como otros coronavirus, que pueden permanecer en ellas desde pocas horas hasta varios días». Indica, además, que dependerá de condiciones externas, como la temperatura o la humedad, entre otras.
La recomendación de la organización es que, si pensamos que una superficie puede estar infectada, la limpiemos con un desinfectante simple para eliminar el virus y protegernos tanto a nosotros mismos como a quienes nos rodean.
Según confirma Sonia Zuñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC) y cuya línea de investigación se centra en la bases moleculares de la patogénesis de coronavirus emergentes, es cierto que el virus podría permanecer en el cabello. “Pero no es la mejor superficie para que este sobreviva”, detalla.
Zuñiga opina que contagiarse a través de esta vía sería muy poco probable. Para ello, alguien nos habría tenido que toser cerca en el pelo, dejarlo lleno de goterones (para que hubiese carga viral importante) y que nosotros nos llevásemos esa misma zona a la nariz o la boca.
“Una situación muy poco probable en el día a día de una persona”, indica la experta. “Sería diferente en el caso de personal sanitario (por eso los gorros) o en nosotros, que trabajamos con este tipo de virus y por eso nos duchamos completamente antes de salir del laboratorio”. Aún así, Zuñiga cuenta que donde más inciden en es manos y cara, no en el pelo.
En primer lugar, recordamos que la transmisión de este virus es respiratoria (aerosoles que se forman al hablar, toser…), de modo que ponerse una crema o maquillaje en el rostro no tendría ningún peligro porque el virus no se absorbe por la piel, según indica Zuñiga.
«Habría que haber estornudado o tosido en la crema en cuestión y luego comérsela o metérsela por la nariz. Eso sí, consejo personal: en estos días, en los que se recomienda lavarse las manos con frecuencia e incluso la cara (con agua y jabón, al llegar a casa si hemos salido a la calle, por ejemplo), no sé si tiene mucho sentido ir con maquillaje todo el día», concluye.
David Saceda, miembro del Grupo Español de Tricología de la Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV) confirma a Maldita Ciencia las declaraciones hechas a S Moda, de El País: “Un virus puede perfectamente pegarse al cabello, como a cualquier punto de nuestra piel. De hecho, ahora, con la epidemia COVID-19, los médicos nos piden que vayamos afeitados para evitar que el virus se impregne más fácilmente en la barba. Sin embargo, también es cierto que si no tienes barba se te puede adherir igualmente a la piel de la cara. Lo importante es mantener la higiene”, recuerda este dermatólogo.
Como ya comentábamos en párrafos anteriores, la barba podría impedir el correcto uso de la mascarilla y minimizar su potencial protector frente a agentes infecciosos externos, de ahí que se recomiende el afeitado a los profesionales sanitarios. Como recuerdan los CDC, el uso de estas no está recomendado para el público en general.
Fuente: maldita.es