China vivió hoy su tercer día consecutivo sin nuevos contagios de coronavirus, aunque los casos detectados procedentes del exterior continúan aumentando, lo que ha llevado a extremar aún más las medidas de control a todos los que regresan al país, ya sean nacionales o extranjeros residentes.
En las últimas 24 horas el gigante asiático registró 41 de los llamados casos «importados», descubiertos en viajeros que llegan a China desde otros focos mundiales de la pandemia, una cifra que, aún siendo baja, es la mayor contabilizada hasta la fecha.
Cientos de miles de chinos y extranjeros residentes en el país, entre ellos muchos estudiantes, que se encontraban fuera desde el comienzo del brote, aprovechan la mejora de la situación actual para regresar desde zonas ahora más afectadas, como Estados Unidos o Europa, con el fin de reanudar su trabajo o sus estudios.
ENDURECIMIENTO DE LAS CUARENTENAS A TODOS LOS QUE REGRESAN
Pekín teme que, una vez que ya no hay nuevos contagios locales, la gente que regresa pueda prender la mecha de una segunda oleada de transmisión por lo que prácticamente todas las grandes ciudades y provincias han endurecido las cuarentenas a todos los que llegan al país.
Hoy fue la provincia meridional de Cantón la que anunció que todos quienes procedan del exterior tendrán que someterse a una cuarentena obligatoria en un centro habilitado y, solo en algunas excepciones, en su propia casa.
Pekín endureció el pasado jueves las restricciones y ni siquiera permite ya a las personas que viven solas realizar el confinamiento en su domicilio obligándolas a aislarse en un hotel, en el que deben correr con los gastos de estancia y manutención.
La capital financiera del país, Shanghái, y otras grandes ciudades aplican medidas similares, que todos los que regresan a China, entre ellos varios españoles, están afrontando estoicamente pese a los inconvenientes que supone.
Fuente: 24Horas