El gobierno de Estados Unidos sopesa un plan para devolver inmediatamente a México a todas las personas que crucen la frontera sur de manera ilegal, informaron el martes dos funcionarios gubernamentales, utilizando poderes que, afirman, tiene el presidente durante una pandemia como el actual brote de coronavirus para implementar una de las medidas más agresivas para frenar la inmigración ilegal.
El plan está bajo consideración y no se ha tomado ninguna decisión final, de acuerdo con los funcionarios, quienes hablaron bajo condición de anonimato con The Associated Press debido a que el plan no se ha anunciado.
Los funcionarios señalaron que el presidente Trump tiene la autoridad para tomar este tipo de acciones durante una pandemia y que las medidas de México para frenar la propagación del coronavirus, junto con las de Venezuela, han sido las más débiles en Norte y Sudamérica.
El gobierno había declarado en noviembre de 2018 que cualquier persona que cruzara la frontera de manera ilegal desde México se le negaría el asilo, una medida que ha estado bloqueada en las cortes. El mes pasado, la Corte de Apelaciones del 9no Circuito en San Francisco ratificó la decisión mientras una demanda continúa su curso legal.
La prohibición que se sopesa, y que fue reportada primero por el diario The New York Times, enviaría de regreso a México a todas las personas que crucen la frontera de manera ilegal, no sólo a los solicitantes de asilo.
Heather Swift, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que el presidente estaba enfocado en proteger a los estadounidenses del coronavirus y que “todas las opciones estaban sobre la mesa”.
Grupos defensores de los inmigrantes condenaron la posible acción.
“Las decisiones relacionadas con la pandemia deberían estar dirigidas por las autoridades de sanidad, no por la agenda del gobierno de Trump para cerrar la frontera a refugiados que buscan asilo”, dijo Eleanor Acer, directora de protección a refugiados de la organización Human Rights First. “El gobierno está usando la pandemia como un pretexto para avanzar en su objetivo a largo plazo de restringir los derechos de asilo a la gente que huye de la persecución”, añadió.
Un tercer funcionario cercano a las tomas de decisiones del gobierno y sin autorización para hablar de manera pública, dijo que había cierta alarma al interior del gobierno y de la comunidad de salud pública por el estado de salud de las personas en la frontera sur, y que podría haber consecuencias si no se implementan mayores restricciones. El funcionario resaltó que algunos migrantes cruzan la frontera desde países con casos confirmados del virus.
Pero la propuesta también es acorde a la política migratoria de Trump, especialmente respecto a las personas pobres que llegan a la frontera, y su deseo de frenar la inmigración. Alrededor de 60.000 solicitantes de asilo han sido enviados de regreso a México para que esperen sus audiencias en los tribunales de inmigración estadounidenses desde enero de 2019 bajo la política “Permanecer en México”, la cual la Corte Suprema determinó la semana pasada que permanecería en vigor durante una impugnación legal. Los funcionarios no detallaron cómo funcionaría esta nueva medida.
Muchos de los migrantes que fueron obligados a esperar en México viven en albergues improvisados mientras aguardan su fecha de audiencia en Estados Unidos, y a menudo enfrentan situaciones de violencia y pobreza. El martes, alrededor de 30 solicitantes de asilo, muchos de ellos con hijos, utilizaron mascarillas durante sus audiencias en una corte de El Paso, Texas.
Desde noviembre, el gobierno le ha negado el asilo a cientos de personas procedentes de El Salvador y Honduras, y los ha trasladado a Guatemala con la oportunidad de que busquen protección en ese país.
Durante el año fiscal de 2019, que terminó el 30 de septiembre, se realizaron más de 851.000 arrestos por cruzar la frontera. La propuesta aparentemente no aplicaría a grupos mucho más pequeños que se presentan en los puertos de entrada para solicitar asilo.
Para la mayoría de las personas, el nuevo coronavirus causa apenas síntomas leves o moderados, como fiebre o tos. En otros casos, especialmente ancianos y personas con padecimientos previos, puede provocar cuadros más severos, incluyendo neumonía. A nivel mundial, el virus ha enfermado a más de 180.000 personas, causando la muerte a más de 7.000. En Estados Unidos se han confirmado más de 4.000 infecciones y múltiples decesos.
Fuente: elnuevoherald.com