El gigante farmacéutico nipón Takeda anunció este miércoles que está desarrollando un fármaco contra el nuevo coronavirus y afirmó que está en contacto con reguladores de todo el mundo para acelerar su salida al mercado.
El nuevo medicamento, derivado del plasma sanguíneo, serviría para tratar a «individuos de alto riesgo afectados por el COVID-19», señaló en un comunicado la empresa.
Takeda prevé remitir información al Congreso de Estados Unidos este mismo miércoles sobre el desarrollo del fármaco, y se encuentra en «discusiones con múltiples agencias nacionales y organismos reguladores» de EE.UU., Asia y Europa «para avanzar en la investigación» sobre el mismo.
«Hemos identificado recursos y capacidades relevantes, y esperamos que éstos puedan servirnos para expandir las opciones de tratamiento para pacientes enfermos del COVID-19», indicó en la nota el doctor Rajeev Venkayya, responsable del área de vacunas de Takeda.
La empresa explicó, no obstante, que para probar la eficacia y seguridad del medicamento necesita «tener acceso a plasma de personas que se hayan recuperado exitosamente del COVID-19», y para ello pidió la colaboración de los organismos nacionales.
Los eventuales donantes «cuentan con anticuerpos contra el virus que podrían mitigar potencialmente la gravedad de la enfermedad en pacientes, y posiblemente, prevenirla», afirmó Takeda.
Aislar y transferir esos anticuerpos a otros pacientes «podría ayudar a sus sistemas inmunológicos para responder a la infección e incrementar las posibilidades de recuperación», añadió.
Asimismo, la farmacéutica estudia la posible efectividad contra el virus de algunos de sus medicamentos que ya se encuentran en el mercado, aunque esta iniciativa se encuentra «en una etapa inicial», según la empresa.
Hasta el 70% de la población mundial podría infectarse, según un epidemiólogo
Un epidemiólogo de la Universidad de Harvard asegura que hasta el 70% de la población mundial podría contraer el coronavirus.
En una entrevista a CBS News, Marc Lipsitch, señaló este lunes que «del 40 al 70%» de la población mundial podría infectarse con el coronavirus y que es «casi inevitable» que el virus afecte al «mundo entero». También dijo que solo el 1% de los que desarrollan síntomas podría morir.
«Es una proyección, así que descubriremos si es precisa a medida que avanzan las cosas», matizó Lipsitch. «Es la mejor estimación que he podido hacer en base a una combinación de los modelos matemáticos que utilizamos para rastrear y predecir epidemias», explicó.
Lipsitch señaló que algunas personas infectadas no muestran síntomas o casi no presentan síntomas, pero no está claro cuántos casos como el que describe existen.
«Creo que hay una razón real para que la gente se preocupe. También creo que podemos convertir esa preocupación en acciones que mejorarán la situación», argumentó el investigador.
También hizo hincapié en que el riesgo de infección parece aumentar con la edad y alentó a los ciudadanos a quedarse en casa si se sienten enfermos. Aunque agregó que el brote de coronavirus «no es una amenaza existencial».
«Esto es, cualitativamente, muy parecido a una mala pandemia de gripe, que ya experimentamos posiblemente dos o tres veces en el siglo XX», recordó Lipsitch. «Es peor que la que experimentamos en 2009. Pero ninguna de puso a la civilización de rodillas», concluyó.
Fuente: Telemundo.com