Anoche se celebraron los Premios Grammy de la música en la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos) donde no faltó la polémica. Además de vestidos reivindicativos a favor de Donald Trump, también fueron varios artistas los que se pronunciaron sobre la falta de inclusión en los Grammy.
En cuanto al estilismo, fueron varios los que no dejaron indiferente a nadie. Grandes aciertos y grandes fracasos desfilaron por la alfombra roja la pasada noche en el Staples Center de la ciudad de Los Ángeles.
Grandes aciertos
Como si se hubiera escapado de un cuento, Ariana Grande apareció como una princesa en la alfombra roja con una prenda de Giambattista Valli. El vestido palabra de honor con varias capas de tul en color gris perla a juego con los guantes enamoró a todos los presentes convirtiéndose en la protagonista del photocall. También lució su eterna coleta en un rubio platino que no hizo más que enfatizar el efecto wow.
Jameela Jamil no decepciona con su elección de vestido en ninguna entrega de premios y esta no iba a ser una excepción. La actriz lució un vestido azul medianoche de Georges Chakra Couture palabra de honor con transparencias a mitad de la pierna que le sentaban como un guante.
La estrella de la televisión Erin Lim acudió con un vestido blanco minimalista de Kim Kassas Couture de escote asimétrico y una abertura con capa lateral que la hizo estar entre las mejores vestidas de la noche.
La cantante Jazzmeia Horn rinde homenaje a sus ancestros con este vestido de estampado étnico y un turbante en la cabeza.
Lizzo apareció impecable en la ceremonia de premios, el vestido de Atelier Versace aportó toda la luz a la noche. El escote palabra de honor, los detalles en brillo hasta la cintura y las curvas también en la parte trasera, el tajo lateral de la falda y la boa del mismo color favorecieron a la cantante. Además, el colgante de diamantes así como el maquillaje y el cabello se complementan perfectamente con el vestido.
Aunque a muchos pueda parecer kitsch, Billy Porter se lució con este traje. Pese a que tanta pedrería y el color block puedan parecer demasiado, supo aportar armonía con el sombrero y el maquillaje impecable. El traje era de Scott Studenberg de Baja East y el sombrero, de Sarah Sokol Millinery articulado por Smooth Technologies, que hicieron girar las cuentas de cristal solas.
La cantante Maggie Rogers fue una de las grandes favoritas en la alfombra roja. La nominada a Mejor artista revelación llevó un vestido de Chanel negro con motivos de estrellas doradas.
La cantante canadiense Jessie Reyez llevó un vestido rojo de encaje palabra de honor con un bustier que le sentaba de infarto a su piel morena.
Danielle Jonas, la mujer de Kevin Jonas, uno de los integrantes de los Jonas Brothers, apareció junto a su marido con un vestido de J’Aton Couture con transparencias y bordados que tenía la parte superior ajustada en palabra de honor y una amplia falda con abertura en gris perla. Otro de los aciertos de la noche.
Peores vestidos de la noche
A diferencia de su cuñada Danielle, Priyanka Chopra no acertó para nada con su vestido. El escote a lo Jennifer López hasta el ombligo, la pedrería que arrasaba cada centímetro de tela, la cola con las flores y las mangas de mantón de manila es un gran basta ya por favor. Simplemente es demasiado, muchas ideas en un mismo vestido saturan demasiado y el pelo suelto no hace más que recargar todo el look.
A pesar de llevar un look propio de ella, la cantante Billie Eilish, que arrasó en los premios, no acertó con su estilismo. El traje de Gucci no favorecía nada y acortaba su estatura, además de que tampoco le hacía ningún favor el exceso de ‘brilli brilli’ por todos los lados y las uñas kilométricas en los guantes y la mascarilla en la cara. Too much, Billie.
FKA Twigs fue otra que no acabó de atinar. El vestido de Ed Marler tan barroco hacía que la cantante se perdiera entre tanto detalle y volumen. El tono de rosa, la tela, las transparencias y el maquillaje no fueron una buena elección.
Ya no es solo la campaña política que hace Joy Villa a Donald Trump (el cual está en un proceso de destitución por un presunto abuso de poder), es el vestido que parece hecho para unos carnavales más que para una alfombra roja donde se presupone cierto glamour. El sentido del gusto no es lo suyo.
Otro que aprovechó la ocasión para apoyar a Trump fue Ricky Rebel. Vuelve a repetir mensaje este año con un traje color block en rojo que dejaba poco para la imaginación.
Aunque el vestido que llevó Tess Holliday, que causó furor en internet, era precioso, lo cierto es que no se ajustaba bien a su altura acortando su figura. El diseño es de Lirika Matoshi.
Otro vestido reivindicativo que parece un disfraz. El mensaje anti belicista de Megan Pormer se diluyó en el diseño.
El vestido de Keltie Knight, diseñado por The Attico, fue un no rotundo. El corte, las plumas, el color, el cinturón de ‘brilli brilli’, los tacones… No hace falta añadir nada más.
A costado reconocer a Camila Cabello con su falso flequillo, pero más valdría no haberlo hecho. El vestido mini de rejilla semitrasparente de Atelier Versace muy dark no pegaba nada con su estilo. La falda superpuesta de encaje con las plataformas infinitas no le hicieron ningún favor.
Un traje perfecto para actuar, pero no para una entrega de premios. La cantante Pia Mia apareció anoche con este vestido plateado de flecos con pedrería.
Pese a que ha ganado el Grammy a mejor álbum de rock, urban o alternativo de música latina, Rosalía no destacó por su look. La catalana acudió a la alfombra roja con un wrap dress de cuero y con flecos en rojo de inspiración flamenca de Alexander Wang que combinaba el estilo cowboy en la parte superior del mismo. Las uñas y la tela es un no.
Fuente:20 minutos