El base Kemba Walker vivió la noche más especial como profesional desde que llegó a los Celtics de Boston al conseguir por primera vez en su carrera vencer a un equipo del alero LeBron James tras imponerse por 133-107 a Los Angeles Lakers.
Walker, como jugador franquicia de los Hornets de Charlotte, nunca pudo ganar a James (28-0), pero esta noche aportó 20 puntos y ayudó al ataque de los Celtics a conseguir la victoria que tanto había deseado como profesional y acabar con la racha perdedora ante el cuatro veces ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA.
Solamente el base Sherman Douglas tenía peor marca perdedora de un jugador contra otro al no haber podido ganar nunca los duelos que mantuvo con el exbase Michael Jordan.
El alero Jayson Tatum también destacó como líder del ataque de los Celtics al conseguir 27 puntos que dejaron a los Lakers, actuales líderes de la Conferencia Oeste con la peor derrota en lo que va de temporada.
La vuelta del escolta Jaylen Brown también se notó en el juego individual y colectivo de los Celtics al aportar 20 puntos y el pívot reserva, el suizo de origen turco, Enes Kanter surgió como el factor ganador y sexto jugador al conseguir un doble-doble de 18 puntos y 11 rebotes.
Los Celtics (28-14) rompieron su racha de tres derrotas consecutivas que le costaron perder el liderato de la División Atlántico que ahora lo tienen los Raptors de Toronto (29-14), que también ganaron de visitantes por 117-122 a los Hawks de Atlanta.
Aunque los Celtics permitieron que los Lakers anotasen los primeros ocho puntos del partido, el equipo de Boston cambió rápidamente las cosas a su favor con un gran baloncesto colectivo.
Tatum recuperó su condición de jugador franquicia y también su mejor inspiración encestadora para liderar un ataque de los Celtics que impuso su inspiración con una transición perfecta y el dominio bajo los aros, donde acabaron el partido con 48 rebotes por 36 de los Lakers.
Mientras que Brown y Walker realizaban también una gran labor tanto defensiva como de ataque y el alero Gordon Hayward lo hacía todo bien en cada una de las facetas del juego, lo que le permitió acabar con 16 puntos, seis rebotes, cinco asistencias y recuperar dos balones.
Los Lakers, a pesar de la vuelta del pívot titular Anthony Davis, tras haberse perdido cuatro partidos seguidos por una contusión en el hueso del glúteo, nunca pudieron conseguir su mejor ritmo ni tampoco hicieron buena defensa.
Davis, que se cargó con dos faltas de personal rápidas, en menos de 49 segundos de primer cuarto, al final no pudo ser factor ganador, y por el contrario rompió el ritmo triunfador que había tenido el equipo con el joven Kyle Kuzma de titular, quien volvió al banquillo y aportó 13 puntos como sexto jugador.
Mientras que Davis, en los 22 minutos que vio acción, acabó con nueve puntos, cuatro rebotes y dos asistencias.
James aunque fue el líder del equipo, al conseguir un doble-doble de 15 puntos, 13 asistencias y siete rebotes, no brilló tampoco en el juego individual y no pudo evitar la peor derrota sufrida por los Lakers en lo que va de temporada.
El pívot JaVale McGee con 18 puntos y cinco rebotes fue el máximo encestador de los Lakers (34-9), que también tuvieron el apoyo del veterano base Rajon Rondo, exjugador de los Celtics, que salió de reserva y consiguió 13 tantos. Pero estos tampoco impidieron la segunda derrota en tres partidos sufrida por el equipo de Los Angeles después que habían logrado una racha de nueve triunfos seguidos.
Los Celtics acertaron 13 de los primeros 22 tiros desde fuera del perímetro y rompieron por completo a la defensa de los Lakers que, en el tercer periodo ya estaban 28 puntos abajo en el marcador (103-75) y en el cuarto la incrementaron hasta 34, la peor de toda la temporada.
Los 69 puntos que permitieron los Lakers en la primera parte fue la mayor anotación que les han hecho en lo que va de temporada.
Fuente:MARCA