En Newton Abbot, una ciudad de Inglaterra, una mujer tomó medidas extremas para evitar que su marido saliera a beber muy seguido y pasara más tiempo en casa.
Ya que sus trabajos solo les permiten coincidir en las noches, la mayoría de las veces, Jayne Tapper, de 48 años y enfermera, decidió construirle a su esposo, Paul, de 53 e ingeniero, su propio bar en el patio trasero de su casa.
Casi todas las noches, Paul salía de su casa en busca de algún lugar donde tomarse unas cervezas.
Cuando Jayne llegaba, no lo veía y “parecía que no encontraba la forma de mantenerlo en nuestro hogar”, contó la mujer, según el diario inglés ‘Daily Mirror’.
“Un día me puse a pensar: ¿por qué no crear mi propio pub (bar) y convertirme en la dueña de mi propio negocio?”, agregó.
Y así fue: acondicionó el patio trasero de su casa y construyó el lugar, en un intento por motivar al hombre a pasar más tiempo en casa.
Le pusieron ‘The Doghouse Inn’ y la mujer hasta bromea con el nombre: “Ahora puedo decir, literal, que mi marido está en la caseta del perro”.
Lo más caro, según informó el ‘Daily Mail’, fue hacer los arreglos en el patio: 15.000 libras esterlinas fue el costo de la nivelación de la zona, unos 20 mil dólares. Eso, sumado a la construcción de la estructura del bar y el dispensador de cerveza, totalizaron unos 24 mil dólares.
“La inversión ha valido la pena: mi esposo pasa más tiempo cerca y hasta trae amigos. El lugar también lo usamos mis tres hijos y yo. Es genial relajarse y realmente se siente como si estuviera en pub”, cerró la mujer.
Fuente: PANORAMA