Tras recoger la muestra, los científicos utilizan un algoritmo para procesar los datos.
Un nuevo método de análisis de la escritura desarrollaron los físicos de la Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares (MEPhI) de Rusia. Con la ayuda de un láser, estudian la biomecánica del movimiento de la mano para detectar problemas mentales.
“Los impedimentos de la escritura a mano, en muchos casos, están relacionados con trastornos del desarrollo neurológico”, detalla la investigación, publicada en la revista Laser Physics Letters.
En la lista se incluyen déficit de atención con hiperactividad, de la coordinación del desarrollo, autismo y la enfermedad de Parkinson.
Los científicos midieron la velocidad de la escritura y la presión ejercida por el lápiz o bolígrafo sobre el papel. Lo hicieron a través de la “dispersión de luz dinámica”:
«Penetrando a través de medios densos no transparentes -como el papel-, la luz láser se disemina por sus elementos estructurales internos y se desintegra en múltiples haces de luz muy finos. Las partes de la luz dispersas interfieren, formándose zonas de interferencia positiva y negativa llamadas motas de láser”.
Un patrón láser
El autor principal de la investigación, Ígor Meglinski, explicó que “el método de análisis de motas de láser es muy sensible a los impactos mecánicos, hasta si estos cambios se realizan a nivel micro o nano”.
“Todos los cambios de las propiedades estructurales y físicas se registran por una cámara digital de alta velocidad. Posteriormente, un algoritmo computacional especial calcula y restablece la información sobre el movimiento del lápiz o del bolígrafo en tres dimensiones de tiempo”, detalló el también profesor de la MEPhI.
Esperan usar esta técnica en criminalística, para “analizar e investigar rasgos especiales de la escritura de los delincuentes, de sus víctimas y de los testigos de los crímenes”.
Pero además considera que es un método eficaz para trabajar con niños y verificar el progreso de cualquier enfermedad neurodegenerativa y mental como el autismo, la epilepsia y la esquizofrenia.
Fuente: fayerwayer.com