El destino no perdona. La frase pareció cumplirse en el caso de un joven de Florida que escapó de la muerte a balazos hace cuatro años pero cayó fatalmente este domingo.
En 2015, Jamal Pieze era un jugador de fútbol de 16 años en la Escuela Secundaria Miami Jackson. En diciembre de ese año, Pieze se dirigía a una tienda de comestibles en Allapattah, a menos de una cuadra de su escuela, cuando le dispararon. Lo persiguieron y corrió. Cuando cesaron los disparos, Pieze había recibido siete impactos de bala en la pierna, el cráneo y un brazo. Por lo que miembros de la familia lo trasladaron a un hospital. Su supervivencia sorprendió a su familia y médicos.
Mientras estuvo hospitalizado lo visitaron varios jugadores del Miami Heat , incluido Chris Bosh, que fue noticia y mantuvo viva la historia. El lunes no estaba claro si capturaron a alguno de los tiradores del ataque de 2015.
El domingo por la noche, Pieze, de 20 años, de nuevo recibió un disparo esta vez durante una reunión de familiares y amigos.
Fuente: miamidiario.com