El FBI desarticuló una red de falsificaciones centrada en iPhones y iPads que, según los informes, le costó a Apple más de 6,1 millones de dólares.
El esquema involucraba la importación de más de 10.000 iPhones y iPads falsificados de China, dijo el fiscal federal Robert Brewer en un comunicado de prensa. Los dispositivos falsificados fueron dañados intencionalmente e intercambiados en las tiendas de Apple por productos auténticos, que luego se enviaron a China y otros países y se vendieron con la marca, según el comunicado.
Los iPhones y iPads genuinos de Apple tienen Identidad Internacional de Equipo Móvil (IMEI) y números de serie que son únicos para cada dispositivo. Como parte del esquema, los dispositivos falsificados estaban equipados con IMEI y números de serie que coincidían con los de los dispositivos reales cubiertos por una garantía de Apple en EE. UU. o Canadá, según el comunicado.
“La fabricación de productos falsificados, y su uso para defraudar a las empresas estadounidenses, busca socavar fundamentalmente el mercado y perjudica a personas inocentes cuyas identidades fueron robadas para promover estas actividades”, dijo Brewer.
El uso de IMEI o números de serie de otras personas es una forma de robo de identidad agravado, según la acusación, porque el autor “a sabiendas y sin autoridad legal, transfirió, poseyó y usó un medio de identificación de otra persona, es decir, información de identificación de telecomunicaciones.”
Apple no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La investigación del FBI tomó años y abarcó muchas jurisdicciones.
El plan supuestamente involucró a 14 personas que ahora enfrentan docenas de cargos de fraude, conspiración, robo de identidad y lavado de dinero. El FBI arrestó a 11 personas pero aún está buscando a otras tres.
El comunicado señaló que la redada ocurrió la madrugada del miércoles en San Diego, California, donde la policía confiscó aproximadamente 250.000 dólares en efectivo y 90 iPhones que pueden ser falsificados.
También señaló que los supuestos cabecillas, tres hermanos, fueron arrestados con sus esposas. Los hermanos son ciudadanos estadounidenses naturalizados nacidos en China, según el comunicado de la Oficina del Fiscal Federal en el Distrito Sur de California. La mayoría de los otros presuntamente involucrados son ciudadanos estadounidenses, naturalizados de China, Vietnam y Rusia.
Fuente: CNN