Altos funcionarios del Departamento de Estado estadounidense dijeron que la situación en Bolivia no constituye un golpe de Estado, tal como lo han denunciado varios gobiernos latinoamericanos.
El gobierno estadounidense considera que no habrá ruptura del orden constitucional en la nación andina una vez que un presidente interino convoque a nuevas elecciones en 90 días.
El primer mandatario indígena boliviano, Evo Morales, renunció el domingo tras semanas de protestas originadas por unas disputadas elecciones.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que los militares bolivianos simplemente señalaron que la seguridad pública se había deteriorado cuando le pidieron a Morales que renunciara.
Solicitaron anonimato por no estar autorizados para conversar con periodistas.
No hubo signos inmediatos de que los militares bolivianos maniobraban para hacerse del poder, pero México, Uruguay, Cuba y Venezuela han denunciado la participación castrense en la salida del Morales del poder. El presidente electo argentino Alberto Fernández coincide en esa lectura.
Los países del hemisferio intercambiarán opiniones cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) celebre una sesión extraordinaria la tarde del martes.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, exhortó el lunes a los legisladores bolivianos a sesionar cuanto antes para designar nuevas autoridades.
Además de Morales, también renunciaron su vicepresidente y el presidente del Senado, que seguía en la línea de sucesión al poder. El único otro funcionario contemplado como posible sucesor era el presidente de la cámara baja, que ya había renunciado días atrás.
Un funcionario diplomático estadounidense dijo que pese a las renuncias hay aún «una línea clara en su Constitución para crear una sucesión legítima de autoridad».
La vicepresidenta del Senado boliviano, Janine Añez, asumió la titularidad del Legislativo y convocó a una sesión para elegir al sucesor de Morales y llamar a nuevos comicios. Sin embargo, varios de los legisladores están fuera de La Paz y es necesario que se garanticen condiciones de seguridad para que puedan trasladarse y llevar a cabo la sesión sin demoras.
Según Añez, el gobierno interino que está por elegirse se mantendría activo hasta el 21 de enero de 2020, fecha en que concluía la gestión de Morales.
Por su parte, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir libertad y a las fuerzas armadas bolivianas por honrar su juramento de proteger a la constitución boliviana.
Trump dijo que la salida de Morales del poder preserva la democracia y facilita que los bolivianos puedan expresarse.
Trump agregó que los acontecimientos en Bolivia envían una señal clara a Venezuela y Nicaragua de que «la democracia y la voluntad de los pueblos siempre prevalecerá».
«Estamos un paso más cerca de un hemisferio occidental completamente libre, próspero y democrático», agregó.
La relación bilateral se resintió cuando Morales expulsó hace una década al embajador estadounidense y a la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA).
Fuente:Los Angeles Times