La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) en México, lamentó “profundamente la tragedia” que vive la familia LeBarón, después de que ayer nueve de sus integrantes fueran asesinados.
“Nos sentimos desconsolados tras conocer la tragedia que ha afectado a estas familias en Chihuahua”, señaló en un comunicado. Puntualizó que aunque los LeBarón no son miembros de esta Iglesia pues desde hace muchos años se desprendieron al considerarse “mormones fundamentalistas”, enviaron su “amor, oraciones y compasión” mientras “lloran y recuerdan a sus seres queridos».
Por su parte, el presidente de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas, Arturo Farela Gutiérrez, al tiempo que manifestó su cercanía con la familia de Julián LeBarón, a quienes calificó como “gente noble y de trabajo, campesinos”, señaló que es momento de que Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, “entregue pronto resultados y si no que deje el cargo”.
De igual manera, en un comunicado, señaló que ha llegado el momento de que el presidente Andrés Manuel López Obrador “revise puntualmente la estrategia de seguridad, y con los debidos límites soberanos, acepte la ayuda de las naciones amigas a fin de generar confianza en los más de 125 millones de mexicanos que vivimos en este gran país y que lamentablemente vivimos aterrorizados por estos hechos incalificables que cada día se vuelven más cotidianos”.
En tanto, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alfonso Miranda Guardiola, expresó su “dolor e indignación por estos actos delictivos» que sucedieron ayer y que “tocan las fibras más sensibles”.
A través de redes sociales manifestó: “El crimen ha ido contra mujeres y niños de una familia. Un grito más que clama en el desierto. Revolotea la desolación, desánimo, frustración. En oración por esta familia y por México”.