La economía de Estados Unidos avanzó a un ritmo anual del 1,9 % en el tercer trimestre del año, según el primer cálculo de la evolución del producto interior bruto (PIB) en ese periodo, que fue anunciado hoy por el Departamento de Comercio.
El dato apunta a la continuada ralentización de la economía estadounidense en el tercer trimestre del año, después de registrar un ritmo de crecimiento del 3,1 % en el comienzo del año y del 2%, en el trimestre anterior.
La cifra del tercer trimestre es, no obstante, mejor de lo anticipado por los analistas, que esperaban un dato aún más bajo, un 1,6%.
El gasto de los consumidores, que en EEUU representa casi dos tercios de la actividad económica, aumentó un 2,9 %, una cifra inferior al 4,6 % del trimestre anterior.
Por su parte, la inversión empresarial ahondó su descenso con una reducción del 3,5 % frente al 1 % del trimestre previo.
La cifra de crecimiento se da a conocer horas antes de que la Reserva Federal (Fed) divulgue su decisión sobre política monetaria al término de su reunión de dos días, en la que podría rebajar por tercera vez consecutiva los tipos de interés, actualmente entre el 1,75 % y el 2%.
La economía estadounidense ha dado señales dispares sobre su estado.
Por un lado, el mercado laboral mantiene su solidez, con una tasa de desempleo por debajo del 4 %, en niveles no vistos en medio siglo; mientras que la inflación sigue contenida y por debajo de la meta anual del 2 % marcada por la Fed.
Asimismo, la guerra comercial desatada con China por el proteccionismo comercial del presidente de EEUU, Donald Trump, ha aumentado la preocupación entre los empresarios, con multimillonarios aranceles tanto a la exportación como a la importación.
Como consecuencia, los datos de crecimiento económico están lejos de la promesa que Trump hizo al llegar a la Casa Blanca de llevar al país a un crecimiento sostenido por encima del 3 % anual, algo que por ahora ha incumplido.
Fuente La Vanguardia