La centroizquierda que gobierna Uruguay desde hace más de 14 años tendrá que medirse el próximo mes en un balotaje con sus rivales conservadores para definir la presidencia del país, después de que no lograra el domingo una diferencia concluyente.
Horas después del cierre de la votación, con el 27% de los colegios electorales escrutados, según la Corte Electoral, el Frente Amplio recogía el 36% de los votos, el Partido Nacional el 35% y el Partido Colorado el 15%.
El propio candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, reconoció por la noche la segunda vuelta contra su contrincante del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou.
“Felicito a quien será mi contrincante en la segunda vuelta”, dijo en un acto en las afueras de su comando de campaña.
De acuerdo con las reglas electorales, si ningún candidato supera el 50% de votos en la primera vuelta, los dos con más sufragios volverán a enfrentarse el último domingo de noviembre.
Unos 2,7 millones de uruguayos acudieron a las urnas para elegir presidente y vicepresidente, además de renovar completamente las dos cámaras del legislativo.Martínez reivindica las tres gestiones anteriores de signo progresista del Frente Amplio y basa su propuesta en profundizar un modelo de desarrollo económico con inclusión social.
Desde la oposición, Lacalle ahora liderará una coalición de agrupaciones conservadoras que podría desplazar al Frente Amplio tras una larga serie de administraciones que comenzó en 2005.
En su acto tras las elecciones, Lacalle se ofreció a liderar de cara a la segunda vuelta un frente “multicolor, encabezado por el Partido Nacional” y dijo que “hay tierra fértil para los acuerdos” con las demás agrupaciones políticas.
El líder del Partido Colorado, Ernesto Talvi, anunció el domingo su apoyo en la segunda vuelta a Lacalle.
“Uruguay precisa un cambio, invitamos a nuestros votantes a respaldar a Lacalle Pou, haremos campaña por su candidatura”, dijo Talvi.