Días después del estreno de la película ‘Joker’, el rostro del villano empezó a aparecer en las manifestaciones alrededor del mundo. Sigue siendo un fenómeno clandestino, pero ¿representa una nueva forma de protesta como lo fue ‘V de Venganza’?
Desde Chile hasta el Líbano, pasando por Hong Kong y por Irak, muchas personas han decidido usar la reconocible y exagerada sonrisa del ‘Joker’, personaje recientemente interpretado por Joaquin Phoenix en la más reciente película de éxito internacional dirigida por Todd Phillips. El rostro del Joker, némesis principal de Batman, ha sido reproducido en máscaras, pinturas en la cara y graffitis en las manifestaciones a nivel mundial que protestan en contra de los gobiernos.
«La película de Todd Phillips sobre el Joker tiene un verdadero poder evocativo», explicó a France 24 William Blanc, historiador y autor del libro ‘Súper Héroes. Una historia política’. «Es el eco de una forma de protesta contra un sistema político que las personas creen que es inflexible y que no le presta atención a la gente», agregó.
Semanas después del estreno de la película en cines, el rostro del Joker como símbolo de protesta ya se ha visto en las calles, particularmente en el Líbano, donde un grupo de artistas de grafiti llamado Ashekm pintó un mural del sonriente payaso sosteniendo un coctel Molotov. Otras inscripciones en diferentes lugares también hacen alusión a la película de Todd Phillips, como en Los Ángeles, la comuna chilena, donde alguien escribió al pie de una estatua «todos somos payasos».
El uso de personajes de tiras cómicas como referencias políticas son múltiples y el Joker no es la única máscara que se ha utilizado en las recientes manifestaciones. En Hong Kong, por ejemplo, los manifestantes están desafiando una ley de emergencia que prohíbe el uso de máscaras, al utilizar la de Winnie the Pooh o Pepe la rana, según la agencia de noticias Associated Press.
Todos somos Guy Fawkes
Sin embargo, la máscara más común utilizada de manera global durante las manifestaciones sigue siendo el singular rostro de Guy Fawkes. Durante el siglo XVII, Fawkes fue el instigador de un golpe fallido cuando trató de hacer estallar el Parlamento Inglés, el 5 de noviembre de 1605. El personaje V, un héroe anarquista revolucionario, utilizó una máscara con su rostro en la película de culto ‘V de Venganza’, estrenada en 2006.
El colectivo anónimo de hackers Anonymous (establecido en 2003) adoptó la máscara de Fawkes como imagen distintiva y desde ese momento ha aparecido en todas partes del mundo. Esta representación tiene muchos más elementos en común con el Joker de lo que se podría llegar a pensar.
«El tema central de ambas películas es la fragmentación social, el hecho de encontrarse a sí mismo solo, lidiando con la propia miseria», explica Blanc. «Al final de la película de Todd Phillips, de manera un poco similar a lo que ocurre al final de ‘V de Venganza’, todo el mundo se pone la misma máscara para unirse como grupo, para crear un colectivo, para no sentirse solo en la lucha individual».
Hay también otro vínculo entre ambos personajes: Alan Moore.
‘V de Venganza’, escrita por Alan Moore e ilustrada por David Lloyd, nació en 1982 como una tira cómica para una publicación mensual británica de corte satírico llamada ‘Warrior’, antes de ganar un público mucho más amplio de lectores cuando fue complicada en una novela gráfica por DC Comics en 1988.
El Joker apareció por primera vez en la primera edición del cómic ‘Batman’, publicado por DC en 1940. Sin embargo, la versión del personaje al que Todd Phillips le otorga directamente el crédito por haber sido su inspiración en realidad sale de una novela gráfica de 1988 titulada ‘The Killing Joke’, escrita por el mismísimo Alan Moore.
En ‘V de Venganza’, «Moore le apunta al fascismo y la escribió durante la época de emergencia de la derecha dura y ultraliberal, con Margaret Thatcher en Inglaterra y Ronald Reagan en Estados Unidos. Este tipo de ideología sigue presente con el personaje del Joker», explica Blanc.
En «The Killing Joke», el personaje del Joker adquiere una dimensión social que se refleja en la película estrenada en 2019. Según el historiador, el payaso se convierte entonces en “un producto de una sistemática negligencia social».
Deformado por la violencia social
Los paralelos entre ambos personajes no se detienen aquí. Las máscaras que los manifestantes actuales han adoptado dejan ver la perversa sonrisa que Blanc califica de «burlona» y «terrorífica».
V y el Joker «son víctimas del poder y están decididos a vengarse», explica. «Comparten el hecho de que sus cuerpos han sido deformados por la violencia social. Sonríen aún sintiendo un profundo dolor como para decir: ‘Puede que me hayan hecho daño, pero soy lo suficientemente fuerte como para contestarles con una sonrisa, yo tengo el control'».
«Es también una sonrisa mórbida. Estos personajes quieren aterrorizar a las personas poderosas, hacerlos sentir impotentes frente a alguien para quien vengarse es lo único que importa y que hará lo que sea necesario para conseguirlo».
Sin embargo, la pregunta sigue siendo si la figura del Joker está destinada a encarnar una postura política. Según Blanc, «el Joker es un personaje flexible y no es representativo de la derecha o de la izquierda».
Blanc cree que la película de Todd Phillips ha inspirado a los manifestantes porque «habla principalmente de estar solo, separado de cualquier sentido de colectividad. Este aislamiento es un verdadero mal contemporáneo».
Fuente: France24