El Barcelona y el Atlético de Madrid llegaron a un acuerdo el pasado mes de septiembre por el cual el club azulgrana ha desembolsado 15 millones de euros por un derecho de tanteo sobre el defensa central uruguayo Giménez, el centrocampista Saúl Ñíguez y varios jugadores de la Academia rojiblanca, según adelantó El Mundo y confirmó este periódico.
Ambos clubes trataron de desvincular el pacto firmado del caso Griezmann, que fichó el pasado verano por la entidad culépor los 120 millones de euros que figuraban en la cláusula de rescisión del jugador francés a partir del 30 de junio y que provocó un duro enfrentamiento entre dos entidades que mantenían buena relación.
El Atlético advirtió al Barcelona de que tenía en su poder documentación que demostraba que el acuerdo con el futbolista se cerró en el mes de marzo, cuando la cláusula liberatoria de Antoine Griezmann aún ascendía a 200 millones de euros.
Ante la negativa del Barcelona a abonar más de los 120 millones de euros o a incluir al lateral Semedo en la operación, el Atlético decidió denunciar ante la Federación Española de Fútbol los hechos. El pasado 27 de septiembre, limitado por la reglamentación deportiva, el Comité de Competición impuso una multa al Barcelona de 300 euros, desestimó el cierre del Camp Nou y exculpó a Griezmann de cualquier irregularidad en su decisión de fichar por el Barcelona.
El Atlético incluso se planteó llevar el asunto a los juzgados de lo social, aunque no se atrevió a dar ese paso. Al desvincularse del caso Griezmann, la Real Sociedad, que tenía derecho a un 20% del traspaso, no percibirá los tres millones de euros que le corresponderían de los 15 que se han sumado a la operación con este pacto.
Las condiciones para que se ejecutara el derecho de tanteo deben ser que los jugadores manifiesten su intención de abandonar el Atlético, que el club quiera venderlos y un equipo esté interesado en ficharlos. De ser así, el Barcelona podría ejercer el citado derecho de tanteo igualando la oferta máxima.