El mexicano Emilio Nicolás, padre, quien fue uno de los pioneros fundadores de la televisión en español en Estados Unidos y ayudó a desarrollar la cadena que ahora es Univisión, falleció a los 88 años en su casa en San Antonio, Texas.
Nicolás murió el 12 de octubre de parálisis supranuclear progresiva, un trastorno cerebral que es poco común y no tiene cura. La enfermedad causa deterioro progresivo de la habilidad de hablar, caminar y realizar otros movimientos.
Le sobrevive su esposa de 66 años, Irma Alicia Cortéz Nicolás, sus tres hijos, cinco nietos y siete bisnietos.
Una misa en su honor se llevará a cabo a las 2 p.m. este lunes en la Catedral de San Fernando en San Antonio, Texas. El arzobispo Gustavo García-Siller presidirá la misa, la cual estará abierta al público y será transmitida en vivo por la página web de Univisión en San Antonio, de acuerdo con Leslie Komet Ausburn, una publicista que representa a la familia.
Nicolás nació el 27 de octubre de 1930 en Frontera, Caohuila, México. En 1948, se mudó a San Antonio, Texas, para estudiar química, biología y matemática en la Universidad de St. Mary’s. En 1952, se graduó con una maestría de la Universidad Trinity.
Trabajó unos años en Southwest Foundation, donde estudió arteriosclerosis —una condición que endurece las arterias— y la vacuna contra el polio.
En 1955, su carrera como gigante en los medios de comunicación despegó cuando se unió al equipo de una pequeña emisora llamada KCOR-TV canal 41. En 1961, Nicolás y otros inversores compraron el canal y lo renombraron KWEX-TV. Ese centro en San Antonio eventualmente se convirtió en Spanish International Network (SIN), la primera red de televisión satelital interconectada de EEUU.
Fue entonces cuando Nicolás empezó a transformar el canal y aplicar innovaciones en la industria, ofreciendo contenido estrictamente en español diseñado para educar e informar a los hispanos.
Teresa Rodríguez, la ganadora de más de 15 premios Emmy que ha trabajado en Univisión durante más de 30 años y actualmente es la co-presentadora del programa “Aquí y Ahora”, dijo que Nicolás fue una de los primeros en ayudar a la comunidad hispana en EEUU, cuando era mucho más pequeña y contaba con muchos menos promotores.
En 1960, había unos 6 millones de hispanos en el país. En la actualidad hay casi 60 millones, de acuerdo con Pew Research Center. Nicolás fue capaz de imaginar ese incremento.
“Cuando nadie creía en el mercado hispano en los 60, este señor tenía una visión increíble”, dijo Rodríguez. “Él fue el primero en decir, ‘Sí, esta comunidad merece crecer. Esta comunidad merece tener representación en los medios ’”.
La nueva programación, liderada por Nicolás, fue revolucionaria. Un segmento, por ejemplo, le contaba al público sobre cómo funcionaba el seguro social en EEUU, un tremendo riesgo para el canal ya que sonaba aburrido, pero que resultó ser un éxito al ayudar a los inmigrantes a navegar ese complicado sistema.
Habían programas que le enseñaban a los hispanos sobre leyes migratorias y cómo votar. Otros elevaban la cultura hispana, compartiendo el impacto de figuras trascendentales como el activista César Chávez.
El apoyo de Nicolás a su comunidad era inquebrantable. Tanto así que muchas veces rechazó publicidad en sus canales si parecía que las compañías trataban de aprovecharse de los hispanos.
Poco a poco, Nicolás adquirió más estaciones de radio y televisión hasta tener 280 afiliadas. Bautizó esa poderosa red como la Spanish International Communications Corporation (SICC).
En la década de los 70, la cadena transmitió la primera misa en español a nivel nacional y el mundial de fútbol en español.
Nicolás encabezó SICC hasta 1987, cuando, junto a sus colegas inversores, decidió vender SIN a Hallmark Greeting Cards por $301.5 millones. Ese año SIN pasó a llamarse Univisión.
Unos años más tarde de la venta a Hallmark, Nicolás colaboró en la creación de Galavisión, que se convirtió en la tercera red de televisión en español en EEUU. Univisión la compró parcialmente en 2003.
Luis Patiño, presidente de Univisión en Los Ángeles, dijo que la misión de Univisión sigue siendo la misma que la de Nicolás en el siglo 20. La cadena sigue abogando abiertamente por los derechos de los hispanos, y muchos de sus empleados se consideran activistas primero y periodistas después, como Jorge Ramos.
Patiño dijo que siempre recordará a Nicolás como su mentor y héroe. Lo conoció por primera vez alrededor del 2010, cuando empezó a trabajar en Univisión, y se reunió con Nicolás para un almuerzo que terminó durando más de seis horas.
“Esa comida en particular la recuerdo con mucho cariño”, dijo. “Me quedé escuchando como si fuera un niño en el colegio, aprendiendo todo lo que podía de ese gran maestro de la televisión y radio”.
Sobre todas las cualidades de Nicolás, Patiño dijo que cree que la más predominante era su humildad. Nicolás, según Patiño, siempre saludaba a todo quien se encontrara con respeto y no le gustaba ser elogiado por sus logros, prefería estar detrás de las cámaras.
Guillermo Nicolás, hijo de Emilio, dijo en una entrevista con Univisión en septiembre de este año que el reconocimiento público no era algo que su padre añoraba. Sin embargo, él lo impulsaba a que contara su historia de todas formas.
“Es algo que a mi papá nunca le importó, pero yo siempre lo empujé y le decía: tienes que salir, tienes que decir lo que hiciste, no por tu ego, sino por la juventud latina de este país”, dijo Guillermo.
Fuente El Nuevo Herald