El Nobel de Economía premia a tres investigadores de la pobreza

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Premio a la llamada poor economics . La Real Academia de las Ciencias de Suecia otorgó este lunes el Premio Nobel de Economía a tres investigadores que han estudiado cómo hacer que la ayuda de los países ricos tenga efectos en los menos avanzados: Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer.

La motivación oficial destaca entre sus logros “su aproximación experimental para aliviar la pobreza global”. En un momento en que se debate sobre el aumento de las desigualdades y los desequilibrios de la globalización, la elección de estos economistas tiene una especial connotación política y simbólica, ya que con este Nobel la pobreza entra en la agenda global.

La economista francesa es la persona más joven en recibir el premio de la Academia Sueca desde sus inicios

La francesa Esther Duflo es la segunda mujer en la historia de este galardón en recibir el premio y la más joven entre los vencedores, ya que nació en 1972. Talento precoz, llegó a ser profesora del MIT con tan sólo 29 años. Se le considera una de las diez economistas más influyentes del planeta. Sus ideas han seducido a personalidades de la talla de Bill Gates y Barack Obama, del que fue consejera.

La felicidad por el Nobel en su caso es doble, porque está casada con Abhijit Banerjee, norteamericano de origen indio, otro de los premiados (fue su director de tesis). Duflo y Banerjee son figuras clave del Laboratorio de Acción contra la Pobreza Abdul Latif Jameel (J-PAL), del MIT, centrado en la investigación del uso de fondos para ayuda al desarrollo. El laboratorio fue galardonado en el 2008 con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento.

El tercer premiado es el estadounidense Michael Kremer, profesor de Harvard. También ha trabajado en la misma línea. “Demostró mediante el uso de experimentos de campo cuáles son las intervenciones que pueden mejorar los resultados académicos en el oeste de Kenia”, dice la academia sueca.

Premio a la llamada poor economics . La Real Academia de las Ciencias de Suecia otorgó este lunes el Premio Nobel de Economía a tres investigadores que han estudiado cómo hacer que la ayuda de los países ricos tenga efectos en los menos avanzados: Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer.

La motivación oficial destaca entre sus logros “su aproximación experimental para aliviar la pobreza global”. En un momento en que se debate sobre el aumento de las desigualdades y los desequilibrios de la globalización, la elección de estos economistas tiene una especial connotación política y simbólica, ya que con este Nobel la pobreza entra en la agenda global.

La economista francesa es la persona más joven en recibir el premio de la Academia Sueca desde sus inicios

La francesa Esther Duflo es la segunda mujer en la historia de este galardón en recibir el premio y la más joven entre los vencedores, ya que nació en 1972. Talento precoz, llegó a ser profesora del MIT con tan sólo 29 años. Se le considera una de las diez economistas más influyentes del planeta. Sus ideas han seducido a personalidades de la talla de Bill Gates y Barack Obama, del que fue consejera.

La felicidad por el Nobel en su caso es doble, porque está casada con Abhijit Banerjee, norteamericano de origen indio, otro de los premiados (fue su director de tesis). Duflo y Banerjee son figuras clave del Laboratorio de Acción contra la Pobreza Abdul Latif Jameel (J-PAL), del MIT, centrado en la investigación del uso de fondos para ayuda al desarrollo. El laboratorio fue galardonado en el 2008 con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento.

El tercer premiado es el estadounidense Michael Kremer, profesor de Harvard. También ha trabajado en la misma línea. “Demostró mediante el uso de experimentos de campo cuáles son las intervenciones que pueden mejorar los resultados académicos en el oeste de Kenia”, dice la academia sueca.

Banerjee, Duflo y Kremer, los galardonados
Banerjee, Duflo y Kremer, los galardonados (TT News Agency / Reuters)

“El enfoque de estos investigadores es revolucionario. Han demostrado que no basta sólo con inyectar dinero a los países más pobres, una práctica que a menudo no ha hecho otra cosa que alimentar la corrupción política en los países de destino. En cambio, han adoptado una metodología empírica que reduce las ineficiencias”, resume José García Montalvo, profesor de Economía de la UPF , que fue compañero de estudios de Kremer. “Es como si hubiesen aplicado la técnica de ensayo de laboratorio farmacéutico a la escala económica. Han analizado cómo reaccionan grupos concretos a una decisión y la comparan con lo que se obtiene con una opción distinta, como ocurre cuando se suministra un placebo en el ensayo de un medicamento”, indica Montalvo.

Para los galardonados, no se trata de conseguir recetas universales, sino de conseguir éxitos concretos en países determinados. Unos logros a pequeña escala. Aquí van unos ejemplos.

Para mejorar la escolarización en las aldeas víctimas de la pobreza es más efectivo destinar dinero a medicinas contra los parásitos que otro tipo de ayuda: de esta manera los pequeños, al no enfermar, no se pierden días de clase y mejoran su rendimiento.

Para hacer que las mujeres vacunen a sus hijos en los países menos desarrollados es útil añadir un incentivo, como por ejemplo ofrecer un kilo de lentejas, para que las familias estén más motivadas a acudir a los centros hospitalarios.

Para difundir el uso de las mosquiteras en las regiones infestadas con el insecto, es esencial crear el hábito de usarlas, con lo que inicialmente se pueden regalar para que las personas se acostumbren y le vean utilidad, pero sucesivamente hay que cobrarles por su uso, porque así los ciudadanos entienden su valor y aprenden a cuidarlas en lugar de malgastarlas como redes de pesca.

La economía en pequeño, que tiene resultados muy grandes.

Contra los clichés

¿Por qué, por ejemplo, un hombre que vive en Marruecos, en condiciones de desnutrición, se endeuda para comprar un televisor? ¿Por qué los pobres del estado indio de Maharashtra gastan el 7% de su presupuesto alimentario en azúcar? Son algunas de las preguntas que se formulan Abhijit Banerjee y Esther Duflo en su libro Poor economics (2011). “Nuestra visión de la pobreza está dominada por las caricaturas y los clichés”, sostiene Duflo. Sus investigaciones han tratado de entender por qué sólo con enviar dinero no se reduce la pobreza de forma automática.

El Nobel concedido este lunes reconoce la vertiente de economistas más sociales, que han conseguido protagonismo académico en los debates de los últimos años. Es el caso del francés Thomas Piketty (autor de El Capitalismo del siglo XXI ), Angus Deaton o Amartya Sen, por mencionar algunos. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no perdió ayer la ocasión para presumir de que “los economistas franceses se encuentran actualmente entre los mejores del mundo”. Los últimos franceses en ganar fueron Jean Tirole (2014) y Maurice Allais (1988).

Fuente: lavanguardia.com