Chilenos con visa de turistas robaron varias casas en todo el país

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La mayoría de los turistas llegan al sur de la Florida en busca de sol, playa, clubes nocturnos y la buena mesa. Pero investigadores policiales sospechan que un grupo de chilenos ha estado visitando el país con malas intenciones, como robar cajas fuertes llenas de joyas costosas.

Investigadores locales y federales dicen que una de ladrones de casas se ha diseminado por todo el país, desde California, pasando por Arizona y Texas, hasta Nueva York, y ahora en el sur de la Florida.

Los ladrones, que se sospecha entraron a Estados Unidos a través de un sistema especial de visado establecido para ayudar a las autoridades a identificar a terroristas y delincuentes, usaron pasaportes falsos y otros medios fraudulentos de identificación para entrar al país. Y se han dedicado a forzar automóviles usando dispositivos electrónicos especiales y, en la mayoría de los casos, invadido casas y negocios desocupados.

La Policía de Miami cree que un objetivo fue la casa en Coconut Grove del abogado retirado Bernard Butts, de 78 años. Butts estaba de vacaciones cuando entraron a su casa a la fuerza, y dice que no tiene idea de cómo sabían que tenía objetivos de valor en una caja fuerte. El total del robo se calcula en más de $1 millón en joyas y gemas.

“Se llevaron todas las malditas joyas”, dijo. “Yo acababa de operarme del corazón y no podía usar mi reloj [que estaba en la caja fuerte] porque tenía todo el brazo inflamado. ¿Cómo lo sabían? No tengo idea. Tenemos alarmas. Tenemos vidrios especiales”.

En estos casos, muchas veces se roban cientos de miles de dólares en joyas y otras propiedades durante un solo robo de morada. Autoridades policiales dicen que los ladrones entran a las casas rompiendo puertas de vidrio o ventanas, y entonces amontonan muebles contra la puerta de entrada en caso que tengan que salir a la carrera por detrás.

La Policía sospecha que al menos dos veces este año ladrones chilenos han robado en residencias en Coconut Grove y The Roads, en Miami. También se sospecha que robaron en una casa de Key Biscayne. En el robo en Coconut Grove, se llevaron una pesada caja fuerte que estaba atornillada al suelo y que tenía más de $1 millón en anillos y relojes. En otro caso, dijo la Policía, un propietario hirió de bala a uno de los intrusos, que logró escapar.

Pero la Policía de Miami no ha revelado mucha información sobre la investigación de los robos.

“Estamos al tanto de la información sobre los chilenos y estamos investigando”, dijo Ron Papier, subjefe de la Policía de Miami.

Pero fuentes policiales conocedoras de la situación dijeron que sobre la base de similitudes con robos en estados del oeste, tienen fuertes razones para creer que los delitos están relacionados y los coordina una pandilla de ladrones-turistas chilenos. Ninguno de los ladrones capturados o vistos en video estaba armado.

El FBI en Miami declinó hacer declaraciones, pero fuentes federales sospechan que los robos son obra de pandillas delictivas internacionales chilenas que se aprovechan del programa de visas para entrar con facilidad a Estados Unidos.

Los Angeles Times reportó inicialmente los robos en abril, pero en ese momento los ladrones no habían llegado a la Florida.

Autoridades policiales federales creen que los cacos, que también operan en partes de Europa, entran a Estados Unidos a través de un programa llamado Electronic System for Travel Authorization, que tiene por fin permitir a ciudadanos de una docena de países visitar Estados Unidos para fines de turismo, negocios y por razones médicas, así como para estudiar, por un máximo de 90 días.

La autorización del programa, creado en 2009, es válida por dos años y permite a los visitantes entrar a Estados Unidos sin llenar solicitudes más estrictas.

Según el L.A. Times, el grupo usa dispositivos de tecnología avanzada para cometer algunos delitos. Varios chilenos arrestados en California anteriormente este año usaron estos dispositivos para abrir la puerta de automóviles con sistemas de pestillos electrónicos.

También este año, 23 chilenos fueron arrestados en bajo cargos de robo en Simi Valley y Laguna Niguel, en California. En un caso, entraron a una joyería y robaron $1 millón en mercancía. Todos estaban en Estados Unidos con visa de turista.

La Policía de Miami creen que grupos parecidos de chilenos son responsables de al menos dos robos locales y probablemente varios más. En la residencia de Butts fueron grabados en videos de vigilancia sacando la caja fuerte. Los ladrones entraron a la casa arrancando la ventana de una habitación, que por alguna razón no activó un sofisticado sistema de seguridad.

El video muestra a un hombre sacando la caja fuerte, con $1 millón en joyas y $14,000 en dólares y euros. Entre las joyas robadas: $165,000 en gemas, dos brazaletes valorados en $38,000, un Rolex de $15,000 y varios juegos de aretes por valor de más de $10,000.

Los tres hombres que se observan en el video vestían chaquetas de color claro, pantalones deportivos negros y zapatillas deportivas ligeras. Algunos llevaban linternas delgadas, que usaron para mirar dentro de la casa a través de puertas deslizantes. Según el informe de la policía, la última persona que entró a la casa fue para hacer la limpieza, y eso fue dos días antes del robo.

“Estuvimos fuera una semana”, dijo Butts. Al preguntársele si tiene algún familiar, amigo o conocido en Chile, Butts dijo, “No, en lo absoluto”.

Un investigador familiarizado con el robo dijo que el caso de Coconut Grove encaja en el patrón de robos de los chilenos.

“Eran tres individuos, con mochilas, la forma en que llegan a la habitación principal, hasta los autos de alquiler”, dijo el investigador.

Lo que no está en claro es cómo los ladrones sabían que en la caja fuerte del abogado retirado había tantas cosas de valor.

Entonces, en agosto, la Policía cree que el grupo volvió a las suyas, esta vez en el vecindario miamense de The Roads. Pero antes que pudieran llevarse nada fueron interrumpidos. Según las autoridades, mientras tres hispanos trataban de entrar a la casa por una puerta trasera, fueron confrontados por el propietario, que tenía escopeta calibre 12.

La Policía dice que el hombre disparó tres veces a través de la puerta y entonces siguió disparando tras perseguirlos hasta el frente de la casa, donde se montaron en un Volkswagen Jetta blanco y huyeron. Atrás dejaron tres destornilladores, un par de lentes de sol blancos y una gorra de pelotero. La Policía y el propietario también creen que uno de los disparos impactó a uno de los ladrones, que de todas maneras logró escapar.

“Una verificación en los hospitales de la zona no identificó a nadie herido de bala o cortadas”, escribió un investigador en el informe policial.

Fuente el nuevo herald