Estados Unidos anunció este viernes el despliegue de un importante contingente militar en Arabia Saudita, estimado inicialmente en unos 2.000 soldados adicionales y nuevos sistemas de defensa aérea, tras el ataque efectuado el pasado 14 de septiembre contra dos instalaciones petroleras en el reino árabe del que tanto Washington como Riad responsabilizan a Irán, que a su vez ha rechazado toda participación.
El despliegue ha sido concebido como medida de contención ante lo que EE.UU. entiende como ataques orquestados para desplomar los mercados internacionales y poner de manifiesto las debilidades de las defensas aéreas sauditas.
El Pentágono confirmó la llegada de dos nuevos escuadrones de combate, un ala expedicionaria aérea, dos baterías de misiles Patriot y un sistema de defensa aérea THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) para reforzar la capacidad defensiva de Arabia Saudita frente a este tipo de ataques, como por ejemplo los que desencadena la insurgencia huthi –a su vez respaldada por Irán– desde el vecino Yemen.
El ataque, realizado el pasado 14 de septiembre, alcanzó dos instalaciones de la petrolera estatal saudita Aramco en Abqaiq, cerca de Damman, en la Provincia Oriental, y en el yacimiento petrolero de Hijrat Jurais.
Un portavoz del Ministerio de Defensa saudita, Turki al Malki, aseguró ante los medios que se utilizaron 25 drones y misiles de crucero para atacar las dos refinerías. Se trata, ha añadido, de aparatos no tripulados del tipo Delta Wing y de misiles ‘Ya Ali’, utilizados por la Guardia Revolucionaria iraní.
Fuente: Diario las Américas