Cuesta creerlo, pero los Yankees de Nueva York se presentaron con la misma alineación en juegos consecutivos por primera vez en el año. También se ratificó a Didi Gregorius como titular y éste respondió en grande a la confianza depositada por el manager Aaron Boone.
Gregorius despachó un grand slam dentro de un racimo de siete carreras en el tercer inning, y los Yanquis aplastaron otra vez a los Mellizos de Minnesota, imponiéndose el sábado por 8-2 para tomar una ventaja de 2-0 en la Serie Divisional de la Liga Americana.
El jonrón de Gregorius distanció a los Yankees en un tercer inning en el que sus nueve bateadores acudieron al plato. El campocorto curazaleño se bamboleó con el madero tras conectar una recta de 94 mph del relevista Tyler Duffey cerca del poste de foul del jardín derecho.
“Sabía que era un batazo bueno”, dijo Gregorius.
Para rememorar la última victoria de Minnesota en un juego de playoffs habría que irse al primer juego de la Serie Divisional de la Americana en 2004, cuando Johan Santana superó a los Yankees.
Al borde del abismo en la serie, los Mellizos tratarán de frenar la mala racha al irse a casa para el tercer juego, que se disputará el lunes.
En la otra Serie Divisional de la Americana, los Astros de Houston cumplen con su rol de favoritos.
Gerrit Cole continuó en octubre el espléndido desempeño que tuvo en septiembre. Alex Bregman conectó el batazo que esperaban los fanáticos que pedían a coro su nombramiento como el Jugador Más Valioso de la temporada.
Y los Astros están a un triunfo de llegar a la Serie de Campeonato por tercer año consecutivo.
Houston sobrevivió a un turbulento noveno inning para imponerse el sábado 3-1 a los Rays de Tampa Bay, con lo que tomó una ventaja de 2-0 en la Serie Divisional de la Liga Americana.
Cole, quien el mes pasado ostentó una foja de 5-0 y una efectividad de 1.07 en seis aperturas, estableció un récord de postemporada para los Astros, con 15 ponches en siete innings y dos tercios, para ganar su 17ma decisión consecutiva, un récord de la franquicia.
“Fue increíble”, destacó el manager de los Astros, AJ Hinch. “Tuvo el control de todo el juego”.
Los 15 ponches que recetó Cole igualaron el tercer mayor número que se haya observado en un duelo de postemporada, y representaron el total más elevado desde que Roger Clemens consiguió también 15 en la Serie de Campeonato de la Americana de 2000, por los Yankees de Nueva York ante Seattle.
Fuente Diario Las Américas