Como preparación para el partido amistoso que San Lorenzo jugará ante los Cavaliers este lunes desde las 19 (hora argentina) en el Rocket Mortgage FieldHouse, el equipo se está entrenando desde su arribo el martes pasado en una universidad. Cada mañana, excepto el jueves que tuvieron libre, el plantel cruza el puente sobre uno de los brazos del Lago Erie para unir el puñado de kilómetros que separa al hotel en el que se aloja en esta ciudad de la cancha en la que entrena, en Ohio City. Son unos 15 minutos, en un recorrido prácticamente recto.
Allí, el entrenador Facundo Müller, que ha comenzado su etapa al frente del conjunto azulgrana esta temporada, y sus ayudantes despliegan un abanico de trabajos, entre ellos pequeños partidos a 20 puntos. Tras los ejercicios de elongación y algunos en el gimnasio, la cancha acapara todo el tiempo. La pelota se mueve, los gritos se multiplican y todo esfuerzo es válido para este desafío ante un conjunto de la NBA como para conocerse entre los nuevos, familiarizarse con la propuesta y tomar ritmo de competencia, a apenas un par de semanas de haberse iniciado el Súper 20 en la Argentina.
Con los jugadores de Cleveland no se han cruzado todavía. Pero ha habido algunos mensajes entre ellos a través de las redes sociales del equipo de prensa cuervo y de la NBA latinoamericana. Así, por ejemplo, Marcos Mata revela sus sensaciones de ser uno de los dos (el otro es Nicolás Aguirre) que repetirá la experiencia de Toronto ante los Raptors, cuando San Lorenzo dio el primer paso entre un club nacional y una franquicia de la liga norteamericana hace casi tres años.
Fuente La Nación