Si Antoine Griezmann tuviera que elegir a los tres jugadores que más han marcado su carrera, resulta complicado imaginar que se olvidara de Diego Godín. El uruguayo ejerció de padrino del francés cuando desembarcó en el Atlético de Madrid. Forjaron una amistad que va mucho más allá de los 214 encuentros que disputaron juntos con la camiseta del equipo rojiblanco. El charrúa ha tenido una gran ascendencia sobre Antoine, que incluso convirtió a Diego en el padrino de su hija Mía.
Esa pareja, que a pesar de actuar en zonas muy alejadas del terreno de juego, dio muchas alegrías a los colchoneros, volverá a coincidir hoy sobre un campo de fútbol. Será esta noche en el Camp Nou, en el que supondrá el primer reencuentro entre ambos futbolistas desde que ambos se fueran del Atlético.
Al francés le tocará sufrir los rigores de uno de los defensas más exigentes del Viejo Continente. Todo el que se ha enfrentado a Godín en algún momento sabe que el uruguayo no hace prisioneros. Va al límite y casi siempre se lleva al gato al agua.
El propio Griezmann lo ha sufrido en primera persona. Primero en su etapa como jugador de la Real Sociedad y, después, cuando se enfrentó con Francia a Uruguay en el Mundial de 2018.
En total, el canterano de la Real Sociedad se ha medido a Godín en ocho ocasiones a lo largo de su carrera. Sólo en una fue capaz de ver portería. Precisamente en la última, en los cuartos de final del Mundial disputado en Rusia.
Esta noche volverá a tener una ocasión para tratar de superar a su amigo. De momento, casi todos los indicadores apuntan a que Godín será el que salga más contento del Camp Nou. Ahora mismo el Inter de Milán es un muro atrás. Es el conjunto que ha recibido menos goles en las grandes ligas europeas. Comanda la Serie A y todavía no ha perdido un solo partido oficial en lo que va de curso.
La sequía de Antoine
A esto hay que sumarle el momento que atraviesa Griezmann. El francés todavía anda en fase de adaptación al juego del Barcelona. Ya ha conseguido ver portería en tres ocasiones -todas ellas en Liga-, pero todavía se le ve en fase de aprender a compenetrarse con sus nuevos compañeros.
Además, atraviesa una mala racha en competición europea. No marca desde la fase de grupos de la temporada pasada, cuando todavía vestía la rojiblanca. En total, ya son cuatro los partidos que el francés encadena sin mojar en Europa.