Chofer de autobús por hobby, «heroína» de profesión

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Si hay que salvar una vida, basta con rezar para que Laronda Marshall se encuentre cerca.

La conductora de autobús del Departamento de Tránsito del Condado Miami-Dade podría llevar puesta una capa con una gran “S” en el frente. Marshall ya ha salvado tres vidas desde que comenzó a conducir un autobús hace ocho años.

El jueves, la pronta reacción de Marshall le salvó la vida a uno de sus pasajeros, un hombre que se desplomó en su asiento, y parecía estar enfermo, dijeron los jefes del departamento donde trabaja la mujer.

Marshall conducía el autobús 77 cerca de la calle 103 y la avenida 7 del noroeste cuando un pasajero la alertó y le habló del hombre enfermo en un asiento.

La conductora detuvo el autobús y llamó a su oficina en busca de ayuda. Luego, rápidamente trató de despertar al hombre, que ya no estaba respondiendo, dijo el departamento.

Con la ayuda de otros pasajeros, Marshall acostó al hombre en el suelo y comenzó a darle respiración artificial. Marshall no dejó de presionar en el pecho hasta que llegaron la policía y los rescatistas.

Yo amo a la gente, y mi instinto es reaccionar y ayudar”, dijo Marshall.

El hombre sobrevivió. Los rescatistas dijeron que si Marshall no hubiese entrado en acción, habría muerto.

Los rescatistas me dijeron que se hubiera muerto al final del viaje”, dijo Marshall.

Ser llamada una heroína no es nada nuevo para Marshall. Esta es la tercera vez que ayuda a una persona cuyo destino se cruzó con ella al volante de su autobús.

En noviembre de 2017, Marshall encontró a un peatón tirado en la calle tras ser atropellado por un automóvil. Enseguida, detuvo su autobús al lado del hombre con el fin de evitar que sufriera otra lesión, y comenzó a atenderlo hasta que llegaron los rescatistas.

Un mes más tarde, Marshall vio a una pequeña niña sola en la calle. De nuevo, detuvo su autobús y llevó a la niña hasta el vehículo para mantenerla a salvo.

Marshall “va mucho más allá de su trabajo”, dijo Alice N. Bravo, directora del departamento. “Estamos sumamente orgullosos de ella, por su profesionalismo, su heroísmo y su disposición de ayudar al prójimo, a veces en situaciones peligrosas”.

Marshall solía trabajar como asistente certificada de enfermera. En la actualidad, como conductora de autobús, dice estar agradecida de poder usar sus habilidades y conocimientos médicos para salvar vidas.

Me parece que todo el mundo debería aprender a dar respiración artificial, ya que podría salvar una vida”, declaró. “Sobre todo en el tránsito”.

Fuente: elnuevoherald.com