En Florida es insuficiente la prohibición de textear mientras manejas

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En vista de que todos continúan utilizando sus celulares mientras manejan, se hace necesario la utilización del software que inutiliza el teléfono una vez que el automóvil alcanza las 5 millas por hora (mph).

El proyecto de Ley CS/HB107 aprobado por la legislatura estatal, que prohíbe textear mientras se conduce un vehículo, entró en vigencia el 1ro de julio. Sin embargo, lo cierto es que en la Florida, y particularmente en el área metropolitana del Gran Miami, la medida que comenzaba con advertencias y que supuestamente a partir de septiembre acarreaba multas, hasta ahora ha arrojado pocos resultados y se estima que las penalidades escasamente superan las 1,000 en un condado donde hay más de 2 millones de conductores.

En las autopistas se siguen observando vehículos con movimientos irregulares, que dejan largos espacios detrás de otros o que se quedan parados en stops o semáforos. Y ya como es costumbre, muchos de esos choferes enarbolan un “amistoso” saludo con su dedo medio cuando son rebasados. Resulta que es increíble ver a ciertos choferes, cuál equilibristas, seguir texteando con una mano, conduciendo con la otra y para colmo hasta con audífonos colocados para escuchar música ensordecedora. Y es que en ocasiones, aunque parezca inverosímil, el chofer puede estar viendo una película o grabando un vídeo en vivo, todo como una alternativa a los mensajes de textos y al manejo de todas las redes sociales.

Nacionalmente, según EverQuote, en 2017 Florida quedó en segundo lugar detrás de Lousiana en la categoría de conductores distraídos, en un país donde el 92% de sus ciudadanos utilizan su celular al manejar. Esto provocó la muerte a 3,166 personas en ese año, de los cuáles 233 ocurrieron en Florida.

Simplemente, en el condado Miami-Dade la fuerza policial es insuficiente ante la inmensa multitud que siguen utilizando su celular para cualquiera de estas actividades. Sucede que los casos son tantos y tan controversiales que si fueran a enforzar en serio la ley, probablemente se paralizaría la ciudad. Además, como cada caso se puede prestar a dudas ante la veracidad de los hechos, se calcula que llegará un momento en que las cortes se saturarán de individuos apelando sus casos. Desde luego, eso ocurrirá cuando las penalidades se acumulen y el infractor no pueda seguir pagando sus multas primerizas de $30 y $60.

El uso del celular se ha convertido en una adicción y como tal debe ser tratado. En Corea del Sur están tratando psiquiátricamente a personas afectadas por ese mal. Y en la práctica ocurren cosas inexplicables. Por ejemplo, muchos esperan a entrar a sus vehículos para hablar por teléfono ya que al parecer esto les proporciona placer. En los últimos años se ha notado la tendencia a que en las reuniones sociales muchos optan por zambullirse en sus teléfonos en vez de intercambiar opiniones. Y la juventud en particular, prefiere mandar mensajes de textos antes que hablar, algo por demás inconcebible.

Somos de la opinión que el celular y cualquier otro aparato capaz de conectarse vía wi-fi debe ser prohibido mientras se maneja, con excepción del indicador de mapas GPS, que viene incorporado en teléfonos, la mayoría de los vehículos y también está disponible para su compra por separado.

Pudiera generarse una diatriba en cuanto a la legalidad. Por ejemplo, “si el teléfono es mio, yo puedo utilizarlo donde sea”. Desde luego hay contradicciones en esto. Tú compras tus cigarros pero no puedes fumar donde quieras. Incluso, tú eres dueño de tu automóvil, pero no puedes exceder las 15 mph en zonas escolares.

En otras palabras, nuestros amigos políticos deben “ponerse las botas” y no aceptar contribuciones de campaña de empresas telefónicas. De esta forma finalmente se podrá aprobar el uso del celular que se inutiliza cuando el vehículo supere las 5 mph.

Lógicamente, esta es la pregunta: si esto es para la Florida, ¿qué sucede con aquellas personas que traigan sus teléfonos de otros estados o países? Seguramente las empresas locales encontrarán la forma de inutilizarlos a la vez que le instalan el software apropiado para su uso en la Florida, algo que también deberán hacer con los propietarios de todos los teléfonos que no tengan ese programa instalado.

Realmente, solo nos falta un poco más de imaginación para prever un futuro cercano. ¿Qué ocurrirá cuando se puedan transmitir olores y sabores a través del teléfono? ¿Y cuando la pantalla sea holográfica, o sea tridimensional?

Simplemente, tenemos que aceptar que el manejar un vehículo es un trabajo full-time no part-time. Además, llevamos más de un siglo manejando sin un teléfono a la mano.

No vemos por qué no lo podemos seguir haciendo.

Fuente: elnuevoherald.com