Aceptaron el presupuesto de Miami-Dade para el 2020

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Los comisionados de Miami-Dade aprobaron el jueves por estrecho margen tarifas más altas para la recogida de basura como parte del plan de presupuesto de $8,900 millones del alcalde Carlos Giménez para 2020, que contempla pocos cambios en el impuesto a la propiedad y entra en vigor el 1 de octubre.

La votación siguió a preocupaciones de ambas partes sobre los $853 millones que se separan para el abrumado sistema condal de acueducto y alcantarillado, que está sujeto a una orden judicial federal para reemplazar tuberías y plantas de tratamiento en un sistema en que las roturas están vinculadas con problemas de contaminación en la Bahía de Biscayne.

“El Condado Miami-Dade está en medio de una crisis de infraestructura de alcantarillado”, dijo Rachel Silverstein, jefa del grupo Miami Waterkeeper, a los comisionados durante la audiencia pública antes de la votación. “Este cuerpo tiene la autoridad para solucionar la situación ahora y no dejarlo para después, cuando las tuberías sigan explotando bajo nuestros pies”.

Con grupos ciudadanos presionando para gastar más en el sistema de alcantarillado, Giménez consiguió apenas los siete votos necesarios para presentar su propuesta de mayores impuestos a beneficio del sistema de acueducto y alcantarillado en la primera reunión sobre el tema el 5 de septiembre. Pero el jueves terminó con un margen más amplio, cuando los comisionados aprobaron el presupuesto 10 a 3, pero esas tarifas fueron un tema caldeado en la reunión de cuatro horas. Giménez advirtió que no aumentar esas tarifas provocaría que el condado no cumpla un acuerdo de 2014 con autoridades normativas federales para completar una modernización del sistema por valor de $1,800 millones para 2026.

Los comisionados José “Pepe” Díaz, Joe Martínez y Javier Souto votaron contra el aumento de la tarifa de acueducto y alcantarillado. La nueva estructura tarifaria modifica el precio del volumen de agua que consumen las viviendas y empresas, en que los ingresos generales de las cuentas individuales deben aumentar 6%.

Aunque los comisionados ya habían aprobado un alza de 4% en la tarifa de la recogida de basura en una votación en junio, la aprobación final, del jueves fue 7 a 6.

Como el impuesto a la propiedad casi no cambió —el impuesto, que paga la deuda en bonos autorizada por los electores, debe aumentar en 2020, menos de 1%— el plan de presupuesto de Giménez no provocó mucha controversia o propuestas en las reuniones antes de la votación final.

Los defensores de la vivienda pública presionaron en busca de más fondos en las dos audiencias de presupuesto celebradas en septiembre, pero terminaron sin dinero adicional en el plan de gastos aprobado el jueves por la noche. Giménez tampoco agregó dinero a algunas entidades sin fines de lucro que buscaban subvenciones adicionales.

Presentado en julio, el presupuesto de $8,900 millones contempla que algunas bibliotecas estén abiertas más tiempo, más plazas para los bomberos, paramédicos y policías, fondos para limpiar las playas de algas y $3 millones en fondos frescos para el fideicomiso condal de la vivienda asequible.

Aunque el impuesto a la propiedad mantiene los servicios al mismo nivel en 2020, el presupuesto de Giménez contempla faltantes en los próximos años si el valor de la propiedad no excede los estimados. El presupuesto de 2020 también elimina una propuesta de aumento de 25 centavos en el pasaje del sistema de transporte público, que cuenta con que más personas usen el sistema y una demora en las contrataciones para cerrar una brecha de presupuesto de $5 millones.

La comisionada Daniella Levine Cava, candidata a reemplazar a Giménez, que debe renunciar al cargo en 2020, afirmó que el plan era preocupante porque pone el peligro el servicio. “Muchos me han contado sobre las deficiencias del sistema de transporte público”, dijo. “Nos han explicado las razones por las que esos $5 millones no son necesarios… pero no estoy convencida”.

Aunque el presupuesto contempla un aumento de 3% en el gasto en acueducto y alcantarillado para 2020, los fondos a largo plazo para proyectos de ampliación bajan 45% durante los próximos 15 años debido a la eliminación de planes para plantas nuevas que se dijo estaban planeadas sobre la base de proyecciones de uso exageradas. En lugar de los $15,000 millones para proyectos a largo plazo en 2018, el presupuesto de 2020 contempla unos $7,500 millones hasta 2035.

“No vamos a gastar dinero innecesariamente”, dijo Giménez después de la votación final del presupuesto.

La comisionada Barbara Jordan pidió a la administración de Giménez que estudiara la posibilidad de usar los ahorros en los gastos para ayudar en otros problemas a largo plazo en el sistema de alcantarillado del condado, como conectar al sistema más de 91,000 viviendas y empresas que usan tanques sépticos que peligran ante el aumento de manto freático.

“Quisiera pedir al departamento que estudie un plan para eliminar los tanques sépticos en Miami-Dade durante los próximos cinco a 10 años”, dijo Jordan, lo que afirmó costaría unos $4,000 millones.

Cortesía de El Nuevo Herald