Un grupo de jóvenes cubanos ha puesto en funcionamiento, desde diciembre de 2018, la aplicación para móviles “Sube”, una adaptación antillana de la mundialmente reconocido “Uber”, que ofrece servicios de taxi a través de Internet.
La entrada de “Sube” al panorama nacional ha sido posible gracias a la llegada de la banda ancha de datos, que ha permitido a los cubanos el acceso a Internet desde sus teléfonos móviles. La aplicación, que cuenta con más de 200 descargas desde Google Play, solo está disponible para los terminales con sistema operativo Android, aunque aclaran que en el mes de febrero estará online la versión para la plataforma IOS.
Aunque es muy joven aún, “Sube” intenta abrirse paso en un país que por décadas estuvo desconectado de un mundo donde los servicios a través de la red de redes resultan cada vez más comunes. Para los cubanos esta es una etapa de descubrimiento y pruebas, pero también de “descongelar” proyectos privados que eran imposibles sin la existencia de la red 3G.
De esta forma, “Sube” se convierte en la primera iniciativa privada que pretende aliviar las tensiones que día a día sufren los cubanos con la crítica situación del transporte, sobre todo en La Habana, que en los últimos tiempos ha sufrido varias huelgas de transportistas privados.
Un “buquenque” digital
La aplicación surge de “la necesidad de movernos en taxis diariamente”-sostienen sus creadores- “pero la quisimos hacer respetando las leyes actuales, por eso los choferes que se unan deben tener una licencia de cuentapropista”. Sin embargo, la aplicación no cuenta con los medios suficientes aún para verificar que todos los que la utilicen como taxistas sean trabajadores por cuenta propia o que posean una licencia de conducción en óptimas condiciones.
“Es responsabilidad del chofer compartir información verídica, algo que aclaramos en nuestros términos de uso cuando se inscribe un usuario por primera vez para usar la aplicación”.
“Sube”, ya disponible desde el dominio Cuba (.cu), viene a ser una inventiva tecnológica para facilitar una actividad que ya es frecuente en la capital cubana, pues la mayoría de quienes poseen automóviles, propios o estatales, “tiran pasaje” en busca de equilibrar un salario estatal, incapaz de cubrir las necesidades básicas de los cubanos. Para los choferes profesionales, “Sube” pudiera convertirse en una especie de representación digital del “buquenque”, esa figura ilegal que gestiona los pasajes.
“Quisimos llevar a la aplicación lo mismo que pasa en la calle”, advierten sus creadores. “El precio del viaje lo pone el chofer, pero el pasajero puede rechazarlo y decir cuánto está dispuesto a pagar. El chofer, entonces, puede aceptar o rechazar la contraoferta. Es una negociación entre ambos, exactamente como pasa en la calle hoy en día”.
En la entrevista concedida a Cubanet, el equipo manifestó que “Sube” no recibe por el momento ningún pago por los servicios que presta y que el precio que establece el chofer es una combinación entre la distancia a recorrer y la cantidad de pasajeros.
Según el equipo de “Sube”, el chofer debe tener la aplicación abierta desde el inicio del día de trabajo hasta el final del mismo y solo gastará 1mb por cada 5 carreras. El pasajero sólo la usará cuando necesite el taxi”.
“Con el plan de 600mb por 7CUC puedes tener la app encendida casi dos años antes que se te acabe el plan. Lo más importante es que el chofer cree restricciones para la actualización de otras apps, pues esas se quedan en el fondo y sí pueden ocasionar gastos”.
Actualmente, “Sube” solo ocupa 90MB en el almacenamiento interno de los celulares, los cuales deben ser inteligentes. “Cuando salga la versión en la que se podrá usar la app con el Nauta -por cierto, muy pronto-, cualquier teléfono la podrá utilizar”. Los desarrolladores sugieren a los taxistas y pasajeros que instalen y prueben la aplicación, pues “hay usuarios con 3G que la usan perfectamente y otros con 2G también”.
Por las calles de la Habana
Cuenta el equipo de “Sube” que ya han visitado algunas piqueras y han conversado con varios choferes, a los cuales les han instalado el servicio y muchos se sorprenden al saber que la aplicación es de factura nacional.
“Tenemos el ejemplo de un chofer que se fue a almorzar a su casa y la dejó prendida”, narran los desarrolladores. “En el medio del almuerzo le llegó una carrera, le escribió al cliente a través del chat de la app y enseguida salió a buscarlo”.
En teoría, todo funciona muy bien, pero en la práctica, varios usuarios de la aplicación han detectado algunas deficiencias e insatisfacciones, que han dejado saber a través de las redes sociales y otras plataformas.
“La app explota solo de abrir el mapa, tiene algo que no convence visualmente hablando. Ni siquiera la pude utilizar. Doy 2 estrellas por el esfuerzo, pero realmente deberían trabajar un poco más en la solución. Fuerza”, escribió Jorge López, un cliente en la página de Google Play de la aplicación.
En Facebook, Ernesto Guerra afirmó que ya había instalado la aplicación. “Traté de probarla un día y sólo había un chofer disponible y nunca respondió. Hay que hacer algo para que la gente empiece a usarla. Me parece tremenda iniciativa”, aseveró.
Julio Carlos Hernández Pacheco tropezó con un problema similar. Dijo que publicó un viaje y nadie respondió en minutos, a pesar que había dos taxis en la zona. “En fin, caminé un poco y cogí un botero normal”, añadió.
“Sube” respondió a este usuario y expresó que ya tienen una treintena de taxistas inscritos, pero tomará algo de tiempo adaptarse a esta nueva opción. “Pronto tendremos una nueva actualización de la aplicación para lograr mayor rapidez en la respuesta”, prometieron.
“Lo que queremos es que se conecten más taxistas y utilicen “Sube” para encontrar más pasajeros, más rápido y desde la comodidad de su teléfono” comentaron sus desarrolladores, quienes afirmaron como horarios pico de servicio las siete de la mañana y las cuatro de la tarde.
Otro usuario refirió que está diseñada tal vez para una generación más joven que la habitual propietaria de un automóvil. “Los boteros no suelen ser personas jóvenes, aunque hay que aclarar que tal vez sería un acierto difundirla como una fuente de ingreso para personas con auto que no se dedican a botear”.
En redes sociales algunos aplauden la sencillez de la aplicación y el beneficio de un mapa incorporado y no de servidores externos, aunque más de uno ha tenido problemas para descargarlo.
Un chofer que la ha utilizado en varias oportunidades celebró esta nueva forma para adquirir clientes y añadió que la aplicación es fácil de usar, aunque todavía la mayoría de sus pasajes los adquiere por la forma convencional.
“Un celular puede ser una gran distracción mientras manejas” –apunta otro ‘botero’. Yo prefiero seguir con la otra forma, además hay que tener Internet en el celular y eso no está muy barato que digamos. Si lo dejo prendido todo el tiempo se me acaba en nada”.
Cortesía de : CubaNet