El hecho ocurrió en la casa de la víctima, donde se aprovechó de que estaba en estado de ebriedad para matarlo y además robarle algunas pertenencias. Pero al rato, tras un mal comportamiento en un restaurante terminó detenido y en la comisaría dejó caer su teléfono móvil desbloqueado, justo en la carpeta con las imágenes y vídeos de su víctima, contó Actualidad RT.
Gracias al avance tecnológico y al uso de las cámaras frontales en los teléfonos móviles con buena resolución, la modalidad de fotografía estilo selfie ha tomado fama desde hace algunos años para acá. Esta es una forma peculiar de tomar uno mismo la postal, apareciendo en ella, sin pedirle ayuda a otro, por lo que seguramente hemos podido ser testigos de grandes imágenes con el paso de los años.
No obstante, no todas las fotos son increíbles, aunque sí impactantes. Aún más cuando se trata de muertos. Y es que en Rusia, específicamente en Komi, un hombre que no fue identificado de forma pública, mató a su amigo con un puñal y posteriormente se tomó una fotografía con el cadáver. Los hechos aparentemente ocurrieron en octubre del pasado año, indicaron los medios.
El asesino se aprovechó del estado de ebriedad de su amigo para apuñalarlo en varias ocasiones en el estómago, muriendo de inmediato esta persona, sin embargo no fue suficiente y también le clavó cuatro cuchillos en el cuello y posteriormente se sacó varias fotos y tomó algunos videos junto al cadáver, robando el teléfono y algunas pertenencias de la víctima, puesto que estaban en su casa.
Pero no fue la única víctima de este ruso: después de salir de la casa en un taxi, se dirigió al centro de la ciudad y con un cuchillo mató, presuntamente, a otro transeúnte. De ahí se dirigió a un restaurante y muy orgulloso comenzó a contar lo que había hecho, mostrando incluso las fotografías del asesinato de su amigo mientras seguía bebiendo alcohol. Minutos más tarde, ante una actitud inadecuada fue capturado por la policía.
Ya en la estación, mientras era interrogado se le cayó el móvil desbloqueado y los agentes vieron las fotos de la primera víctima. Cuando le preguntaron sobre el material que había en el teléfono, respondió que la persona ya no estaba viva, por lo que inmediatamente quedó detenido en la comisaría, siendo juzgado esta semana por doble asesinato y robo con daños importantes, terminando condenado a 20 años de prisión.
Cortesía de Miami Diario