¿Es el monstruo del Lago Ness un tiburón? ¿Un bagre gigante? ¿Un esturión? No, es una anguila gigante. O al menos podría serlo, según los resultados de un largo estudio publicado este jueves en Escocia.
El experto en genética Neil Gemmel, de la universidad de Otago, en la ciudad neozelandesa de Dunedin, analizó y secuenció el ADN de 250 muestras de agua recogidas en el famoso lago escocés.
Los resultados lo llevaron a descartar la hipótesis de un reptil procedente de la era jurásica.
El “monstruo”, apodado afectuosamente “Nessie”, que fue avistado por primera vez en el siglo VI, no es un plesiosaurio, un gran reptil acuático. El estudio permite también descartar otras hipótesis sobre peces gigantes, como un siluro, un esturión o incluso un tiburón de Groenlandia.
“Encontramos una cantidad significativa de ADN de anguila” en las aguas del Lago Ness, explicó Gemmel.
¿Quiere eso decir que las frías aguas del lago estarían pobladas de especímenes gigantes?
“Nuestros datos no revelan su tamaño pero la importante cantidad que encontramos hace que no podamos descartar la posibilidad de que haya anguilas gigantes en el Lago Ness”, subrayó.
“Se necesitan investigaciones adicionales para confirmar o refutar esta teoría pero, según nuestros datos, la hipótesis de una anguila gigante es plausible”, concluyó el científico, quien señaló que esta pista ya había sido mencionada en 1933.
Las teorías sobre la naturaleza del monstruo son numerosas y van desde un reptil marino prehistórico hasta un pájaro acuático, pasando por el simple movimiento de las olas bajo el efecto del viento.
El misterio sigue sin ser resuelto, pero el profesor neozelandés se congratula de haber constituido una “excelente base de datos” sobre lo que se puede hallar en este lago legendario de las Highlands, una de las grandes atracciones turísticas de Escocia.
Allí se encontró ADN humano, de perro, de cordero u otro tipo de ganado, y también de ciervos, tejones, zorros, topos y muchas especies de aves.
En 2006, tras dos años de investigación, un paleontólogo escocés concluyó que “Nessie” era el elefante de un circo ambulante que nadaba en las aguas del lago.