Argentina estableció el lunes restricciones para la compra de dólares con el objetivo de frenar una sangría de sus reservas internacionales y la depreciación de su moneda. Algunas de ellas habían sido levantadas por el propio gobierno del conservador Mauricio Macri en 2016 tras heredarlas de la administración de centroizquierda de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
El gobierno del liberal Mauricio Macri trata de calmar a los ahorristas que se han volcado a retirar sus depósitos bancarios.
El tipo de cambio se apreció 5,38%, a 58,41 pesos por dólar y la Bolsa de Buenos Aires subió cerca de 6,45%.
A diferencia de lo que venía ocurriendo desde hace más de tres semanas, el Banco Central prácticamente no intervino en el mercado para sostener el peso, dijo el presidente de la entidad Guido Sandleris.
El ministro de Hacienda Hernán Lacunza fue cauteloso. «Considero que el dólar va a estar estable. Bajó 2,5 pesos, pero con muy poco volumen» de transacciones, dijo.
A continuación una explicación sobre las nuevas medidas.
¿Se pueden comprar dólares?
Los ciudadanos podrán comprar hasta 10.000 dólares por mes y para un monto mayor tendrán que pedir autorización al Banco Central de la República Argentina (BCRA). En tanto, las empresas, bancos, gobiernos locales y fondos de inversión necesitan el aval de la entidad monetaria para cualquier suma.
Las ganancias en dólares por exportaciones deberán ser ingresadas y liquidadas en el país en un plazo no mayor a los cinco días hábiles a partir de la fecha de su cobro en el exterior o en el país. Los importadores, por su parte, necesitan una conformidad previa del BCRA para girar pagos al exterior.
Los no residentes que quieran adquirir montos superiores a los 1.000 dólares mensuales también necesitan permiso, con excepción de los organismos internacionales, las representaciones diplomáticas y el personal diplomático acreditado en el país siempre que sea para transferencias vinculadas a sus funciones.
Se prohíbe el acceso al mercado de cambios para el pago de deudas y otras obligaciones en moneda extranjera entre residentes.
¿Por qué se impusieron?
Las restricciones cambiarias se implementaron para frenar la caída de las reservas internacionales del Banco Central que se profundizó tras las elecciones primarias del 11 de agosto, en las que el candidato opositor Alberto Fernández superó por más de 15 puntos a Macri. Los inversores, que habían apostado por la reelección del mandatario, abandonaron sus tenencias de activos argentinos y generaron una depreciación de la moneda de cerca del 30% tras la elección, que a su vez aceleró la inflación.
Con mayor disponibilidad de divisas, se espera que el Banco Central tenga mejor margen de maniobra para intervenir en el mercado de cambios y frenar la devaluación del peso. A su vez garantiza liquidez del sistema bancario en momentos en que los ahorristas se vuelcan masivamente a los bancos para retirar sus dólares.
Los ahorristas pueden retirar sin límites sus dólares del banco.
Los controles, ¿son los mismos que aplicó Cristina de Kirchner?
No, el gobierno kirchnerista había impuesto un control total sobre el mercado de cambios. Por caso, la compra de divisas para viajes al exterior era limitada y requería de una autorización previa del fisco. También se habían fijado impuestos sobre las compras en dólares con tarjetas de crédito y prohibido el comercio electrónico con diferentes plataformas.
No estaba permitido el giro de dinero a cuentas en el exterior. Ahora no existen límites para las transferencias a cuentas de un mismo titular pero sólo se aceptan las de hasta 10.000 dólares en el caso de que sea una cuenta de otra persona.
¿Son efectivas las medidas?
Los analistas coinciden en que las restricciones son un paliativo en el actual contexto de incertidumbre electoral y volatilidad de los mercados, pero que al mediano plazo provocarán los mismos efectos negativos que el “cepo” cambiario que había impuesto el kirchnerismo durante su gobierno: alejar la inversión extranjera y profundizar la recesión económica.
El control de cambios tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019, probablemente bajo un nuevo gobierno ya que las encuestas dan como favorito a Fernández. (I)