Al menos cinco personas murieron y otras 21, incluyendo un bebé de 17 meses, resultaron heridas este sábado en un tiroteo en las ciudades de Odessa y Midland, al oeste de Texas, en lo que es la segunda matanza en este estado durante el mes de agosto.
Fuentes conocedors de la investigación y un vocero del DPS indicaron a NBC News que el sospechoso estaba usando un rifle que pudiera ser una AR-15 de calibre 223.
En una conferencia de prensa la tarde del sábado, las autoridades confirmaron el número de víctimas e informaron que el presunto atacante, identificado solamente como un hombre blanco de unos 35 años, murió de una herida de bala cerca de uno de los multicines Cinergy.
Se enfatizó además que no había otro tiroteo activo en las ciudades ni un segundo sospechoso, pese a los reportes iniciales de los propios departamentos policiales.
El jefe de la policía de Odessa, Michael Gerke, dijo que el mortal tiroteo comenzó a las 3:17 p.m. cuando un agente del Departamento de Seguridad Pública (DPS) intentaba detener al conductor de un vehículo Honda dorado que iba por la carretera I-20.
El DPS aclaró luego en un comunicado que cuando el agente intentó detener al vehículo, el conductor apuntó un rifle a la ventanilla trasera de su patrulla y le disparó. «La unidad era ocupada por dos agentes, y uno fue alcanzado por los disparos», indicaron.
Tras balear al agente, el sospechoso siguió conduciendo hacia el oeste, mientras seguía disparando desde su automóvil, agregó Gerke.
El jefe policial indicó que el sospechoso terminó robando un camión del correo postal y se dirigió al multicines, donde finalmente murió baleado. El cambio de vehículos habría confundido inicialmente a las autoridades, generando reportes de que habían dos sospechosos.
Entre los heridos hay tres oficiales: un patrullero de carretera de Texas, un oficial de la Policía de Midland y otro de la policía de Odessa.
El director ejecutivo del sistema de centros médicos en Odessa, Russell Tippin, dijo que recibieron 13 víctimas, de las cuales una persona murió, siete se encuentran en condiciones críticas, dos fueron heridas de gravedad, dos fueron dados de alto y un menor fue transportado a un centro de Dallas.
Por su parte, el vocero de UMC Health System, Eric Finley, confirmó están tratando a un bebé de 17 meses en Lubbock.
El presidente Donald Trump informó en su cuenta de Twitter que había sido informado sobre el tiroteo en Odessa por el Fiscal General William Barr. «El FBI y las fuerzas del orden están totalmente comprometidos. Más para seguir».
El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió un comunicado en el que informa que viajará el domingo en la mañana a Odessa.
«La primera dama y yo estamos desconsolados por este ataque sin sentido y cobarde, y ofrecemos nuestro apoyo inquebrantable a las víctimas, sus familias y toda la gente de Midland y Odessa», indicaba el escrito.
“El estado de Texas y el Departamento de Seguridad Pública están trabajando estrechamente con las fuerzas del orden locales para proporcionar recursos según sea necesario y brindar justicia por este atroz ataque», agregó el gobernador Abbott.
Texas se está apenas recuperando de una masacre que dejó a 22 personas fallecidas en un Walmart de El Paso, en la frontera con México. El presunto autor se encuentra detenido y habría confesado que su intención era matar hispanos.