Esto es como un «desierto», lamenta un cubano al salir de vacío de la enésima tienda que visita en Miami en busca de un agua embotellada que, junto con la gasolina y los sacos de arena, se presenta como producto de «primera necesidad» para encarar el impacto del «extremadamente peligroso» huracán Dorian.
Despunta el día y decenas de personas hacen fila frente a una popular cadena de supermercados de Florida bajo la promesa de que cuando abriese habría un nuevo cargamento de agua que ya este jueves se había agotado en todos los comercios locales y de buena parte de las regiones por las que se espera pase Dorian a partir del lunes, reportó Viveusa.
Los madrugadores tuvieron premio antes de que volasen las botellas, no así alguno que, apurado, entra en la tiendas pasados ya varios minutos desde las 7:00 h preguntando “¿todavía queda agua?”.
La respuesta se la da un cubano que sale de la tienda malhumorado: “No ha durado ni diez minutos. Con todo lo que llueve estos días y Miami parece un desierto. No se puede encontrar agua”.
Esta queja se repite una y otra vez en la ciudad, lo que llevó al alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, a asegurar en su cuenta de Twitter que los residentes no necesitan comprar agua.
“El agua de Miami-Dade que entra por la pila de la casa es excelente”, dijo el mandatario que tan solo recomendó llenar los “contenedores para estar preparados”.
Pero la gente, o no se fía o peca por exceso de prudencia ante la previsible llegada de Dorian a Florida a partir del lunes con vientos de unos 225 km/h, lo que podría dejar a toda la región sin luz durante días.
Las estanterías de agua de los supermercados y tiendas están vacías, más allá de carteles que avisan que debido al “aumento de la demanda” solo venden cantidades limitadas de botellas.
Los que se acercan hasta allí, comprobando que no tuvieron suerte, miran con otros ojos las bebidas azucaradas, que poco a poco van desapareciendo, sobre todo las tónicas y las que tienen sabor a limón. Cuánto más blanca la bebida mejor.