Un reciente estudio del Centro Nacional para la Biotecnología de los Estados Unidos revela que las piezas dentales llegan a contener hasta 100 millones de células madre, y pueden ser de gran ayuda para regenerar otras partes del cuerpo dañadas, reconstruir tejidos y órganos como el hígado, el páncreas, el corazón, los huesos o los ligamentos.
No todos los dientes son válidos. Según los especialistas, solo se pueden utilizar los de leche o los de personas adultas de ser posible con menos de 40 años, especialmente los cordales o muelas del juicio. Y que se encuentren en buen estado. No pueden estar empastados, con fisuras o roturas, sino que deben ser dientes sanos. Para aprovechar sus virtudes es necesario extraer bien el diente y preservar las pulpa en un lugar estéril.
Ya hay bancos de dientes de leche en EE.UU. Pero todavía es muy pronto para saber con certeza hasta donde se puede llegar con estas células dentales. Lo que hoy podemos decir es que la pulpa de un diente de leche es una inversión, una apuesta de salud al futuro.
Fuente: Diario las Américas