Un médico brasileño ha desarrollado un divertido método para ayudar a las mujeres a dar a luz a sus bebés con menos dolor y más tranquilidad: bailar durante el trabajo de parto.
El obstetra Fernando Guedes da Cunha se volvió conocido en todo Brasil hace dos años y medio después de que se hiciera viral un vídeo en el que baila la canción Despacito en el pasillo de una maternidad al lado de una embarazada pronta a dar a la luz.
«Todo empezó con esta paciente, con Liz. Ella compartió el vídeo en internet, en Facebook, pues había logrado tener un parto natural, como deseaba, y estaba contenta. Este primer vídeo se viralizó, tuvo más de 20 millones de visualizaciones», recuerda Cunha en una entrevista telefónica con Sputnik.
Más tarde, el obstetra sugirió a una segunda paciente, Camila, bailar durante el trabajo de parto. El médico ni lo imaginaba, pero en poco tiempo este vídeo también sería visto por millones de personas alrededor del mundo, lo que le otorgaría invitaciones a programas de televisión y haría que el método se convirtiese en su marca registrada.
«Camila bailó la canción Paradinha de la cantante Anitta durante el trabajo de parto. Ella ya había tenido un parto normal anteriormente, pero en el segundo llegó al hospital con mucho dolor, con ganas de desistir. Bailó y enseguida parió a su hijo. El vídeo del baile, publicado en las redes, llegó a alcanzar unas 40 millones de visualizaciones», cuenta el obstetra que hoy es conocido como el Doctor Bailarín.
El parto con coreografía visto por una madre
Sputnik contactó a Camila para saber más acerca de la experiencia desde el punto de vista de una paciente. La analista internacional, de 31 años, cuenta que ya era madre de una niña llamada Helena cuando eligió al doctor Cunha para llevar a cabo el parto de su segundo hijo. Durante el acompañamiento del embarazo, el médico explicó que, si la paciente quisiera y si fuera posible, podrían bailar durante el trabajo de parto para que ella pudiera «relajarse y tener un parto normal de una manera más tranquila».
«El trabajo de parto de mi hijo, Joao Homero, se extendió por cinco horas. Yo sentía mucho dolor y ni podía pensar en lo de la canción, en lo del baile. Pero el doctor Fernando sugirió usar la música, lo acepté y todo salió bien. Cuando terminamos de bailar el primer tema, me dijo que iba a poner otro. Le dije: ‘No hay tiempo, ya va a nacer’. Y nació minutos después», compartió la paciente del Doctor Bailarín, vía teléfono.
Camila recordó que sintió mucho más dolor la primera vez que dio a luz y afirmó que no tiene dudas de que el baile sugerido por su obstetra, junto a la experiencia adquirida en el primer parto, la ayudaron a sufrir menos y a disfrutar más el momento.
«Realmente me pareció que la técnica ayudó mucho en el parto porque a la hora del baile nos agachamos y levantamos, lo que seguramente estimuló el nacimiento. Valió mucho la pena, hoy lo aconsejo a todo el mundo porque el parto es un momento de tensión y es muy genial poder distraerse de alguna manera», afirma Camila.
Pero… ¿es realmente recomendable bailar durante el parto?
A muchas personas les puede parecer raro, o incluso peligroso, bailar entre contracciones. El doctor Cunha, que ya realizó cerca de 8.000 partos, asegura que su método está basado en técnicas que se usan desde hace mucho tiempo en la obstetricia.
«Los movimientos de meneo, agacharse y levantarse ya se hacían de forma aislada durante el trabajo de parto, pues ayudan en ello. Con la música logramos hacerlos de otra manera, sin que sea aburrido y mecánico. Traemos un movimiento continuo, una distracción, una diversión para la hora del parto, utilizando técnicas que ya sabemos que son efectivas», explica Cunha.
Durante el trabajo de parto, el bebé realiza movimientos dentro del vientre para encajarse en la pelvis y para que así ocurra el nacimiento. Existen algunos movimientos bastante clásicos de estímulo para este encajamiento, desarrollados por obstetras y por doulas, que son siempre recomendables, detalla el doctor Edilberto Alves Pereira da Rocha Filho, obstetra miembro de la Comisión Nacional Especializada en Asistencia al Aborto, Parto y Puerperio de la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo).
«La práctica de los movimientos, de poner la paciente a ejercitarse en balones de fisioterapia —balón suizo—, de hacerla caminar y agacharse, son prácticas que siempre llevamos a cabo en nuestro día a día como obstetras. El baile no es más que realizar el mismo tipo de movimientos, pero de una forma más lúdica», agregó el doctor Rocha Filho.
Además de ayudar a posicionar al bebé para el nacimiento, el especialista afirma que el baile puede contribuir positivamente en el aspecto emocional, ya que el parto es una experiencia que a menudo es estresante y una técnica que ayude a la gestante a relajarse y a sentir menos dolor es siempre bienvenida.
¿Cualquiera puede bailar durante el trabajo de parto?
El doctor Cunha explicó que no todas las gestantes pueden bailar en el momento previo a dar a luz y que es necesaria una evaluación individual de cada caso antes y en el momento del propio parto. La práctica no es recomendada, por ejemplo, si el bebé está mal posicionado o si la paciente presenta un sangramiento aumentado.
«Obviamente, esta práctica se restringe a las pacientes que no presentan un embarazo de alto riesgo, que hayan tenido un acompañamiento prenatal adecuado, que no tengan ninguna comorbilidad asociada y que no tengan ningún problema ya posiblemente diagnosticado en la placenta. Estas pacientes son aptas para realizar los bailes», aclaró el obstetra.
«La restricción ocurre solamente cuando existe algún factor de riesgo, como un sangramiento o alguna anormalidad, que pueda contraindicar el movimiento durante el parto. Pero son situaciones muy específicas. Normalmente permitimos y estimulamos a que las gestantes se muevan. Si desean bailar, no existe contraindicación en la gran mayoría de las veces», coincidió el doctor Edilberto Rocha Filho.
Un «trabajo de hormiguita» contra la epidemia de las cesáreas
Un 44,3% de todos los nacimientos en América Latina se hace a través de cesáreas, lo que pone a la región en el primer lugar en el mundo. Brasil es el segundo país que más realiza esta intervención quirúrgica —55,5% de los partos— en todo el planeta, siendo superado apenas por República Dominicana —58,1%—, según un estudio publicado en octubre de 2018 en la revista Lancet.
Pese a que las cesáreas pueden salvar vidas de madres e hijos y el acceso a la operación debe ser algo garantizado a toda la población, este es un tipo de parto que presenta riesgos y, por lo tanto, no debe ser abusado por pura conveniencia. La Organización Mundial de Salud recomienda que solamente entre un 10% y un 15% de los partos no sea de forma natural.
Ambos obstetras consultados por Sputnik coinciden en que el baile puede ser una herramienta valiosa para incentivar a las mujeres a optar por un parto normal en lugar de una intervención quirúrgica.
«No hay dudas que tenemos un gran número de cesáreas en Brasil. Siempre buscamos estimular técnicas para aumentar la adhesión de las pacientes y también de los profesionales al parto vaginal. Toda y cualquier medida que ayude a disminuir el dolor, disminuir el malestar, aumentar la tasa de éxito y el placer asociado al parto debe ser estimulada, sin dudas», subrayó el doctor Edilberto Rocha Filho.
El doctor Cunha lamentó que Brasil sea uno de los países más cesaristas del mundo, pero garantiza que seguirá bailando y haciendo lo que llamó un «trabajo de hormiguita» para que cada vez más mujeres tengan un parto natural y humanizado.
Fuente: Sputnik