Wayne Lee Padgett, de 31 años, fue acusado ante la justicia de amenazar con abrir fuego en un Walmart de Gibsonton (Florida, EE.UU). Tras la supuesta amenaza de Padgett, la policía evacuó a un millar de personas en medio de la conmoción por los tiroteos que causaron la muerte de al menos 29 personas en Texas y Ohio.
Cabe destacar que, al allanar la casa del hombre, no se encontró ningún arma de fuego, por ello el juez sólo le impuso una fianza de 7.500 dólares.
Por ese motivo la acusación formulada contra él es de difundir información falsa sobre el uso de un arma de fuego de manera violenta, según un mensaje de la Oficina del Alguacil.
«Estos delincuentes que buscan que nos atemorice ir de compras, al cine, a conciertos, al trabajo o a la escuela no son más que terroristas», dijo el alguacil de Hillsborough, Chad Chronister, quien aseguró que no va a «tolerar» esas conductas y hará que se haga justicia hasta el máximo que permita la ley.
Estados Unidos vivió este fin de semana dos hechos de violencia contra multitudes que dejaron al menos 20 muertos en El Paso (Texas) y nueve en Dayton (Ohio), además de numerosos heridos.
El primero, cuyo presunto autor, Patrick Crusius, de 21 años está detenido, tuvo como escenario un supermercado Walmart en un centro comercial en esa ciudad fronteriza con México y va a ser investigado como un «crimen de odio».
Se desconoce el motivo del segundo tiroteo, ocurrido doce horas después en una zona de ocio de Dayton (Ohio). El autor de los disparos, Connor Bets, de 24 años, murió por disparos de la policía.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó este lunes a los medios por «la ira y la furia que se han ido acumulando por muchos años» en el país.
Trump afirmó que «republicanos y demócratas deben unirse y aprobar estrictos controles de antecedentes» de las personas que compran armas de fuego y añadió que «quizá esto podría enlazarse con la reforma de las leyes de inmigración que necesitamos desesperadamente».
Algunos dirigentes demócratas han responsabilizado a Trump de crear el clima propicio para los tiroteos de este fin de semana.
La presidenta del Partido Demócrata de Florida, Terrie Rizzo, señaló el domingo en una declaración que «estas tragedias nos siguen recordando por qué no podemos esperar ni un minuto más para acabar con la violencia armada, el odio y el racismo en nuestras comunidades».
«Tenemos un problema de terrorismo nacionalista blanco empeorado por un presidente (Donald Trump) que normaliza el nacionalismo blanco. Tenemos un problema con las armas empeorado por la Asociación Nacional del Rifle y por los políticos desalmados que se oponen a enfrentarse a esta asociación«, dijo Rizzo.
La dirigente demócrata agregó que por «cada segundo de inacción que pasa, otra tragedia acecha a nuestro país. Basta ya de esperar.»
Florida ha sido escenario de dos tragedias similares. En 2016 un guardia de seguridad de origen afgano mató a 49 personas en una discoteca «gay» de Orlando cuando se celebraba una fiesta hispana, y en 2018 un joven abrió fuego en su antigua escuela secundaria en Parkland y causó la muerte de 14 alumnos y tres profesores.