En países del continente africano, hacen un procedimiento denominado «planchado de senos» o «breast ironing», una práctica que consiste en masajear o golpear los pechos de las niñas menores de edad, con objetos calientes como piedras, sartenes o planchas, para poder revertir el crecimiento de los senos.
En este propósito, las madres y abuelas de las niñas, lo hacen semanalmente para “protegerlas” del acoso sexual, los embarazos adolescentes y las violaciones.
Según estadísticas de la ONU, 3.8 millones de jóvenes y niñas han sido víctimas de este ritual en el mundo. Camerún y Nigeria son los de mayor incidencia, con el 50 por ciento de la población femenina que ha pasado por el procedimiento.
La práctica que solamente había sido detectada en África se extendió a Europa, ya que a inicios del año en algunos medios se dieron a conocer varios casos en Reino Unido, situación que obligó al gobierno a emitir un comunicado para asegurar que incurrir en este acto es “violencia contra los menores”.
Una joven de 25 años nacida en Lomé, Togo, contó su experiencia tras vivir en carne propia este ritual que busca que las mujeres sean menos vistas por los hombres y no tengan vida sexual desde edades tempranas:
Bettina Codjie relató que su madre le advirtió que cuando le empezaran a crecer los senos los hombres la mirarían, que su desarrollo era una manera de “provocarlos”:
La joven tuvo que sufrir sesiones de 10 minutos cada mañana por casi un mes, pero decidió no hacerlo más, algo que agradece porque conoce a otras féminas que no corren con la misma suerte y desarrollan quistes, cicatrices, daño en los conductos de la leche, infecciones, fiebre, deformación o desaparición completa de uno o ambos pechos.
Fuente: Okchicas.