A trece años de prisión fue sentenciado el acusado de asesinar a una joven de 17 años cuyo cuerpo fue encontrado calcinado en un contenedor de basura en un callejón de la ciudad de Sweetwater. La sentencia fue un acuerdo al que se llegó con la fiscalía estatal donde el hombre se declaró culpable y así evitó el juicio.
El caso estremeció a la comunidad del sur de la Florida hace 4 años, luego de que el cuerpo de la joven fuera encontrado en un contenedor de basura en un callejón de la ciudad. Este jueves el presunto asesino admitió su culpa como parte de un acuerdo con la fiscalía.
Armando Botell, de 70 años, fue sentenciado a 13 años en prisión estatal por el asesinato de Romina Fernández, de 17 años, a quien supuestamente mató en el 2014.
“Había una oportunidad de que fuera encontrado no culpable porque la evidencia no era fuerte. Esa es mi opinion, pero hablando como su abogado, pienso que el acuerdo era lo mejor pues ya pasó un tiempo en prisión y le darán crédito por eso. Tal vez así podría estar vivo al salir de la cárcel”, dijo el abogado defensor, Robert Finlay.
Botell negó ser el responsable del crimen en el 2015 cuando fue interrogado por la policía, pero la investigación reveló que supuestamente el hombre mantenía una relación íntima con la víctima, en su celular encontraron fotos de la menor desnuda. Y confirmaron que este le vendía drogas a la joven desde que tenía 15 años.
Por su parte la fiscal Sonali Desai explicó que después de “una larga plática y sufrimiento emocional”, la familia de la víctima aceptó el acuerdo en nombre de Romina. La oferta que se le hizo al acusado es la única opción, o tendrá que ir a juicio.
En el pasado, el acusado estuvo en la cárcel 10 años por matar en la década de los ochenta a su ex pareja Dilia Padrón, la familia de esta y su abogado estaban también en la corte.
George Pallas, abogado de la víctima, dijo que “el acusado es un asesino en serie y una condena de 13 años no sirve para nada, es un gran descaro”.
Además en la audiencia también estaba la madre de la víctima visiblemente afectada, acompañada por el padrastro de Romina. Ambos declinaron hacer comentarios ante la jueza. La jueza Teresa Mary Pooler le dijo al acusado:
“Encuentro este caso muy perturbador, horrible. Aprecio el trabajo del Estado, pero le aclaro que si se probara en corte, usted podría pasar el resto de sus años en prisión”. Además de los 13 años en prisión, el acusado también recibirá 2 años de arresto domiciliario con grillete, y 8 años de probatoria.
Fuente: Telemundo 51