Colección de moda fue presentada en una cárcel de Brasil

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Un desfile de moda fue llevado a cabo dentro de la cárcel de máxima seguridad, Adriano Marrey,  en Brasil, donde las modelos de la agencia Sao Paulo Fashion Week, presentaron una colección de croché realizada por los presos que estuvieron presenciando el evento en primera fila.

Este es un trabajo de rehabilitación que sirve como incentivo para los encarcelados, formar parte de esta iniciativa les ayuda a reducir sus condenas, pues por 12 horas que completan en el taller, es un día menos de cárcel.

Bodis delicados, faldas coquetas y terminaciones con flecos son parte del desfile en el penal Adriano Marrey a las afueras de Sao Paulo. Con hilo color lavanda en mano, los reclusos hacen parte del público, reseñó la AFP.

Este proyecto de rehabilitación, llamado Ponto Firme, busca ayudar a los detenidos a construir su autoestima y darles una destreza a través del ganchillo, una técnica de tejido llamada también croché. «Me sentí orgulloso de mí mismo, viendo una pieza mía en el desfile, una pieza como esa para el público, y más orgulloso todavía al saber que les gustó lo que hice», cuenta Fidelison Borges, quien a sus 41 años cumple una condena de 18 por robo a mano armada y tráfico de drogas.

Unos 120 detenidos han participado en este programa desde que el diseñador de moda brasileño Gustavo Silvestre comenzara en 2016 a implementarlo en las celdas de este país, el tercero en población carcelaria del planeta, con 730.000 reclusos según cifras oficiales de ese año.

Como incentivo para los presos, formar parte de esta iniciativa les ayuda a reducir sus condenas en un día por cada 12 horas que completan en el taller.

Silvestre ha logrado vincular el proyecto en dos ocasiones a la Sao Paulo Fashion Week, incluso poniendo a desfilar a algunos exprisioneros con sus piezas de ganchillo ante el selecto público del mayor evento de moda de América Latina.

El tema de la colección de este año, elegido por los detenidos, fue «oportunidad», explica Silvestre a la AFP. «A veces el preso está aquí con ganas de cambiar, de reevaluar su vida y buscar nuevos caminos (…); pero cuando sale, los prejuicios y la falta de oportunidades son desafíos grandes. Muchas veces la persona no logra superar esa etapa y vuelve al crimen», relata el diseñador.

Fuente: Ntn24