El alcalde de Miami Francis Suárez, prohibió la resolución para demoler el teatro Coconut Grove Playhouse para preservar activos históricos de la ciudad. El gobierno condal deberá cumplir con los dictámenes del cuerpo legislativo municipal de Miami para mantener está arquitectura histórica.
Es el primer veto de la administración del alcalde Suárez desde que se posesionó el pasado mes de noviembre de 2017. Una de las razones fundamentales que expuso para imponer esta medida, es «preservar uno de nuestros activos históricos más preciados de la ciudad de Miami», como lo declaró el edil al referirse al edificio del Coconut Grove Playhouse.
Con esta medida, el edil frena la decisión de la comisión del municipio, tomada la semana pasada por tres votos a favor y dos en contra, de dejar en pie sólo la fachada del inmueble, propuesta hecha por el alcalde del Condado Miami-Dade, Carlos Gimenez, quien la semana pasada, en una reunión de la comisión de la ciudad de Miami, fue muy enfático al definir que “no hay otro plan” factible y que “el Condado tienen el dinero, unos 23 millones, para llevar a cabo el plan de preservar la fachada” y habilitar el resto del inmueble.
“Solo el Condado tiene el dinero disponible”, indicó Gimenez en ese momento. “Si seguimos esperando a ver quién reconstruye toda la edificación y luego la mantenga, nunca lo veremos, y terminaremos demoliendo todo el edificio cuando no se pueda hacer nada”, recalcó.
El Gobierno condal, que cuenta con el permiso de administrar el inmueble -propiedad del estado de la Florida- debe cumplir con los dictámenes del cuerpo legislativo municipal de Miami sobre edificios históricos.
En ese sentido, Giménez alegó que “en abril de 2017 la Junta de Preservación Ambiental e Historia de Miami aprobó el proyecto condal” de 23 millones de dólares, de preservar la fachada del teatro y construir una sala menor de 300 butacas, que a su vez tendría locales comerciales y un edificio para estacionamiento.
En las afueras del teatro, construido en 1925 y parte del patrimonio histórico y artístico de la ciudad, Suárez hizo su anuncio de veto en una rueda de prensa en la que se refirió además a un reporte, de 2005, en el que se estableció que dicha edificación «está destinada a ser uno de los teatros más elaborados de Miami con la capacidad más grande de acomodar espectadores dentro de sus instalaciones».
El edil del municipio habló también de la reconstrucción del edificio, en 1955, para que siguiera ofreciendo espectáculos en vivo a los residentes de la ciudad.
La comisión tiene el poder y la potestad de invalidar ese veto si logra que una mayoría absoluta (cuatro votos a favor uno en contra) esté de acuerdo en anular la decisión tomada por el alcalde.
Fuente: Diario las Américas.