El incendio más devastador de California denominado como »Camp Fire» registrado el año pasado, fue a causa de líneas de energía eléctrica, según afirmaron los bomberos del estado.
El incendio letal ocurrido en noviembre de 2018, dejó 85 personas fallecidas, devastó más de 60.000 hectáreas de tierra y destruyó casi 19.000 estructuras, consumiendo así la pequeña ciudad de Paradise.
La empresa Pacific Gas and Electric (PG&E) ya había reconocido que su equipamiento probablemente fue el culpable del desastre y este miércoles la agencia estatal de protección contra incendios, Cal Fire, lo confirmó oficialmente, luego de concluir “una investigación muy meticulosa y exhaustiva”.
La vegetación muy seca, los fuertes vientos, las altas temperaturas y la baja humedad alimentaron el fuego y causaron “tasas extremas de propagación”, dijo la agencia.
Un segundo punto de ignición que finalmente fue consumido por el primer incendio también fue causado por las líneas eléctricas de PG&E, dijo Cal Fire.
Su informe completo no se dio a conocer al público, sino que se transmitió a los fiscales del condado de Butte, quienes decidirán si inician un proceso legal por el incendio.
El informe podría llevar a que se presenten cargos contra PG&E, que ya ha sido demandada por muchas personas que perdieron sus hogares y negocios, y por compañías de seguros y asociaciones cívicas locales. La acusan de negligencia crónica en la gestión de sus instalaciones.
La compañía debería abonar miles de millones de dólares en indemnizaciones si los tribunales dan la razón a los demandantes.
Fuente: Noticias 24.