Donald Trump destinó parte de fondos federales para la recuperación del huracán Michael

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El presidente Donald Trump señaló este miércoles que el Gobierno federal se responsabilizará del 90% de los costes de recuperación por el devastador paso del huracán Michael en octubre pasado, que impactó Florida con categoría cinco.

Durante un mitin celebrado en Panamá City, en el extremo noroccidental de Florida, el mandatario señaló que este estado recibirá 448 millones de dólares en fondos federales para la recuperación por el paso del ciclón y que serán gestionados por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, en inglés).

Trump invitó a los demócratas en el Congreso a «trabajar juntos» a fin de sacar adelante fondos federales adicionales para ayudar en la recuperación de zonas devastadas e insistió en que Puerto Rico, al que el presidente se resiste a dar más ayuda, ya ha recibido 91.000 millones de dólares, «más que cualquier otro estado».

La cifra de 91.000 millones, no obstante, ha sido cuestionada por medios de comunicación estadounidenses, así como por la oposición demócrata, con la que el presidente mantiene un pulso que ha bloqueado en el Congreso la liberación de asistencia federal para la zonas afectadas por el huracán, que solo en EEUU causó 16 muertes.

Acompañado, entre otros, por los senadores por Florida Marco Rubio y Rick Scott, Trump realizó horas antes de su mitin una visita a la base militar Tyndall, donde «casi todas las 700 estructuras en la base fueron dañadas, aproximadamente un tercio fueron destruidas y 11.000 personas de la base fueron evacuadas», según dijo el portavoz de la Casa Blanca Judd Deere.

«Ustedes van a obtener su dinero de una manera u otra, y no vamos a permitir que nadie lo retenga», le dijo el presidente a los Floridanos, personas de «espíritus inquebrantables» y que se están viendo afectadas por el bloqueo de los demócratas en el Parlamento, se lamentó en Panamá City.

Congresistas demócratas denunciaron este miércoles que por «venganzas personales contra Puerto Rico» el presidente Trump tiene en el limbo la ayuda federal para desastres, lo que afecta el llamado Panhandle de Florida y donde Michael tocó tierra con la categoría mayor de escala Saffir-Simpson, de un total de cinco.

«El presidente Trump está dispuesto a sacrificar una gran cantidad de ayuda para desastres para promover su venganza personal contra Puerto Rico», dijo el demócrata Darren Soto, mientras que la también demócrata Wasserman Schultz opinó que «el Panhandle de Florida no necesita un mitin político».

En su acto, Trump dijo que es necesario enfocar en infraestructura, el sistema sanitario y los veteranos, y le pidió a los demócratas parar el «sinsentido» del informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la trama rusa, a la que este miércoles bloqueó el acceso a la versión sin tachaduras a través de la figura del «privilegio ejecutivo».

«No conspiración, no obstrucción», repitió el presidente, en alusión a la versión censurada del informe de Mueller, publicada en abril por el Departamento de Justicia, que concluye que no hay pruebas de que el entorno de Trump colaborara con Rusia durante su campaña electoral en 2016, pero arroja dudas sobre una presunta obstrucción a la Justicia por parte del mandatario.

Durante los cerca de 84 minutos de discurso, Trump abordó tópicos habituales y que ya ha tocado en pasados mítines, como las tasas de desempleo, el nuevo tratado de libre comercio con México y Canadá, la situación de Venezuela y la inmigración.

«Nos están dando alguna gente maleducada», dijo Trump sobre los inmigrantes, y recordó las críticas que recibió cuando en 2015, durante su discurso con el que inició su campaña electoral, dijo que algunos inmigrantes mexicanos son «violadores».

«Ese discurso fue tan suave en comparación con lo que está sucediendo», se defendió el presidente, para luego sugerir que algunos países eligen a quienes salen ganadores en los sorteos de loterías de visas de inmigración.

Trump compartió su frustración por las «ciudades santuario», que impiden la colaboración entre agencias federales de inmigración y la Policía local, así como por las decisiones judiciales que han paralizado sus políticas sobre peticiones de asilo.

De igual manera, ironizó sobre sus posibles contendientes demócratas de cara a las elecciones de 2020, en las que el republicano aspira a la reelección, entre ellos el alcalde de Bend (Indiana) Pete Buttigieg.

«Será genial representándonos contra el presidente Xi (Jinping) de China», dijo con sorna.

Fuente: Diario las Américas