Estados Unidos eliminó las exenciones que había concedido a varias naciones -entre ellas Japón, Corea del Sur y Turquía- de las sanciones que prohíben importar petróleo de Irán.
El presidente Donald Trump ha decidido no reanudar las exenciones cuando venzan a comienzos de mayo, informó la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
“La decisión busca bajar a cero las exportaciones de petróleo de Irán, lo que le privará de su principal fuente de ingresos”, dijo Sanders.
El secretario de Estado Mike Pompeo anunció la medida que afectaría a partir del 2 de mayo a cinco países: Japón, Corea del Sur, Turquía, China y la India.
“El objetivo es muy simple: privarle a este gobierno forajido los fondos que ha usado desde hace décadas para desestabilizar al Medio Oriente, y animarlo a que se comporte como un país normal”, declaró Pompeo, añadiendo que antes de las sanciones Irán estaba obteniendo más de 50.000 millones de dólares al año.
«Nuestro objetivo ha sido convencer a países a dejar de importar petróleo iraní completamente”, manifestó Pompeo.
Dijo que hasta ahora Estados Unidos había dado a otros países tiempo para encontrar otras fuentes de combustible, pero “ya no otorgaremos más exenciones”.
No quedaba claro de inmediato si esos países recibirían un período de gracia para disminuir sus importaciones gradualmente o si serían víctimas de sanciones económicas a partir del 3 de mayo.
Irán desestimó el anuncio.
«En cuanto al status ilegal de las sanciones, la República Islámica de Irán básicamente ni ve ni jamás ha visto validez alguna a esas exenciones”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán según la agencia noticiosa local IRNA.
Irán, añadió, intensificará sus consultas con países vecinos y “socios europeos e internacionales”, y será anunciada pronto “una decisión necesaria”.
Turquía condenó la decisión estadounidense.
El canciller turco Mevlut Cavusoglu dijo que la medida «no ayudará en las gestiones para la paz y la estabilidad en la región”.
En un mensaje en Twitter, Cavusoglu escribió que “Turquía rechaza las sanciones unilaterales y las imposiciones a otros países diciéndoles cómo manejar sus relaciones con sus vecinos”.
Washington había otorgado ocho exenciones a las sanciones petroleras que impuso a Teherán tras retirarse del acuerdo nuclear firmado en el 2015. Las exenciones fueron otorgadas en parte para dar a esos países más tiempo de encontrar fuentes de energía alternas y para evitar un shock al mercado petrolero mundial a raíz de una súbita ausencia del crudo iraní.
Estados Unidos ahora estima que no habrá una reducción significativa de la oferta petrolera mundial debido a aumentos de producción por parte de otros países, incluyendo el mismo Estados Unidos y Arabia Saudí.
Desde noviembre, tres de esos ocho países _Italia, Grecia y Taiwán_ han dejado de importar petróleo iraní. Sin embargo los otros cinco no lo han hecho y han pedido que sus exenciones sean extendidas.
El senador republicano Ted Cruz, de Texas, aplaudió la intensificación de las sanciones.
«Esta decisión privará a los ayatolás de miles de millones de dólares que habrían invertido en minar la seguridad de Estados Unidos y de sus aliados, en reforzar su programa nuclear y misilístico y en financiar el terrorismo mundial”, dijo el senador.