Diversas asociaciones comunitarias, agencias de vivienda e instituciones privadas han alertado a la autoridades en todos sus niveles sobre el aumento sustancial del alquiler en los últimos años, y ahora un estudio de la respetada corporación federal de préstamos hipotecarios Freddie Mac sitúa a Miami a la cabeza de “las menos asequibles”, al tener en cuenta precios, salarios y coste de vida.
El estudio tiene en cuenta los resultados obtenidos por varias instituciones y destaca que la condición de asequibilidad sufre grandes pérdidas y cita como ejemplos a las 50 aéreas metropolitanas más importantes del país.
De hecho, Miami ha sido considerada por mucho tiempo como una de las ciudades “menos asequibles” del país, teniendo en cuenta “los relativamente bajos salarios y el alto coste de alquiler”.
Y junto a Miami, el informe tiene en cuenta la “salud” del alquiler en todo el estado de la Florida, con Orlando, Tampa y Jacksonville como ejemplos, donde los alquileres suelen ser más bajos que en Miami-Dade pero los sueldos son igualmente “relativamente bajos”.
Estos análisis, junto a otros estudios, sitúan las cifras en posiciones alarmantes, cuando se dice que el promedio de alquiler en Miami requiere una media del 28% de salario, mientras en Los Ángeles y Nueva York, donde los salarios son en parte superiores, aunque también se pagan más impuestos, es necesario el 26% y en San Francisco el 25%.
Por ejemplo, el ingreso medio por familia en San Francisco es 84.440 dólares al año, mientras Miami apenas supera la mitad de esa cifra con 43.000 dólares.
Ciudades como Nueva York y Los Ángeles reportan 60.000 y 54.000 dólares al año.
¿Soluciones?
Esta situación no parece cambiar a corto plazo y para sorpresa de muchos, por primera vez en muchos años, el Gobierno estatal de la Florida parece interesarse.
En efecto, el gobernador Ron DeSantis propone que los llamados fondos Sadowski, que están supuestos a ser utilizados para promover la vivienda asequible en el estado, no sean utilizados “para otros fines” que no sean construir o habilitar viviendas.
No obstante, la propuesta de ley que “regularía” esa disposición ha sido, al menos por el momento, estancada en la presente legislatura, que debe terminar el 3 de mayo.
En el centro de Miami, donde los altos edificios crecen prácticamente por día y los precios son inalcanzables para la gran mayoría de la población, una nueva ley, asumida el año pasado, requiere que urbanizadores reserven una pequeña parte de las viviendas para planes asequibles.
“Si esta regulación funciona”, para urbanizadores y ciudad por igual”, opinó entonces el comisionado Ken Russell, quien propuso la orden adoptada por el pleno del ayuntamiento, “podría denotar el comienzo de un plan oportuno para mejorar (la peligrosa) situación de la vivienda en Miami”.
cortesía:miamidiario