Cuatro delincuentes del Condado Broward fueron hallados culpables en una corte federal de robos en varias joyerías, desde el sur de la Florida hasta Georgia, donde se vivieron situaciones que parecen salir de una película de policías y ladrones.
Christopher Brinson, Adrian Hardy, Emmory Moore y Jerome Simmons no usaron vestidos de mujer, pero sí pelucas, mucho maquillaje y monos de ejercicio de color rosado. Desafortunadamente para ellos, los cuatro hombres —veteranos de las cárceles de la Florida— demostraron tener menos habilidades que estilo.
Cuando escaparon de un robo, Moore dejó abandonado en el lugar su teléfono celular, que no solo estaba conectado a un teléfono registrado a su nombre, sino también tenía el nombre y el teléfono de la joyería en la lista de contactos.
Entretanto, el celular de Brinson tenía una fotografía de tres de ellos al lado de una minifurgoneta de color plateado alquilada y usada en uno de los atracos, con un SunPass que convirtió el rastreo del vehículo en algo muy fácil.
Mientras escapaban del último robo, los torpes ladrones dejaron por el camino una bolsa con joyas valoradas en más de $1 millón.
El Departamento de Justicia usó el Proyecto Vecindarios Seguros para convertir en casos federales los casos de robos interestatales.
Según los encausamientos, el 3 de marzo de 2017, Brinson entró en la joyería Class Jewelers, localizada en el 3756 W. Hillsboro Boulevard en Deerfield Beach, e indagó sobre los trámites para vender un anillo. Poco después de la visita de Brinson, a alrededor de las 2 p.m., las cámaras de vigilancia captaron imágenes de dos hombres vestidos como mujeres, con pelucas largas y oscuras, cuando entraban a la tienda y robaban a punta de pistola.
Los empleados no identificaron a los ladrones vestidos de mujer, pero sí identificaron fácilmente a Brinson.
Algo similar ocurrió el 6 de marzo de 2017, en la tienda Lilli’s Jewelry, en Spring Hill, un área al norte de Tampa. En esta ocasión, mientras los dos hombres vestidos como mujeres, escapaban con joyas valoradas en $10,000 y subían a una minifurgoneta de color plateado, Moore dejaba detrás su celular.
El 1ro. de abril, dos hombres y una mujer, “los tres con pelucas largas y oscuras, y camisas de manga larga y pantalones también oscuros” y “ligeramente maquillados” robaron la tienda Bishops Jewelers in Valdosta, Georgia. Poco antes del atraco, un hombre llamó preguntando si un empleado del establecimiento ya había llegado y se le respondió que llegaría en una hora.
Una llamada parecida tuvo lugar antes del robo en Lilli’s. Moore fue arrestado el 6 de abril de 2017, por ser un convicto y estar en posesión de un arma de fuego mientras conducía un auto sin registración, con ventanillas ahumadas al tiempo que fumaba marihuana.
Hardy, Simmons y Brinson se aparecieron en la joyería LSO Jewelry and Repair, ubicada en Port St. Lucie a las 9:05 a.m. del 13 de abril de 2017, “con mucho maquillaje en la cara y ropas de mujer”. Cuando una empleada de la tienda, identificada solo como “L.O.”, le preguntó a Simmons si podía ayudarlo, Simmons le respondió con una voz masculina: “Estoy buscando un anillo de compromiso”.
Hardy y Brinson cerraron la puerta principal, y después, Hardy y Simmons obligaron a punta de pistola a L.O. y a otra empleada, identificada como “N.N.”, a dirigirse hacia la parte trasera de la tienda y a acostarse bocabajo, mientras los tres robaban un sinnúmero de joyas de la caja fuerte y de las vitrinas.
A través de un radio walkie-talkie, un hombre que estaba afuera esperándolos les dijo que “estaban a tiempo”. Hardy, Simmons y Brinson terminaron siendo arrestados, dejando a su paso un rastro de joyas desperdigadas, pelucas, gafas de sol, ropas de mujer y maquillaje. Todos tienen fijado el 7 de junio como fecha de la sentencia.
Fuente: El Nuevo Herald