Este domingo concluyó uno de los fines de semana más visitados y concurridos en Miami Beach por cuenta de las vacaciones de primavera o Spring Break, lo que significa aumento en el turismo, más diversión, pero también peleas y tráfico asfixiante.
Además de los uniformados de la Policía en las calles, radares de la Patrulla Marina con tecnología infrarroja vigilan a la multitud en la playa.
“Está un poquito loco en realidad, mucha gente tomando”, dijo una trabajadora de la zona.
“Muchachos un poco alborotados, pero en lo que cabe todo bien, todo tranquilo ayer y hoy el ambiente más cargado”, afirmó Ana Luisa Musan, quien labora en un restaurante de Ocean Drive.
Para quienes viven del comercio, este fin de semana ha sido muy bueno para unos y complicado para otros.
“Se van muchos sin pagar, mesas de 200, 300 dolares. Piden cuentas separadas y se van”.
Pero otros ven reflejado el aumento del turismo en sus trabajos y, por supuesto, en sus bolsillos. “He trabajado 20 horas extras, muchos tips”, contó una mesera.
Pero con las multitudes a veces vienen los conflictos. El jueves un grupo de personas golpearon y patearon un sujeto en la calle 9 con la Avenida Collins.
“Mucha gente, la gente está loca, ojala hubiera menos tráfico y menos personas”, comentó una visitante.
Desde el viernes la calle Ocean Drive ha permanecido cerrada al tránsito vehicular y seguirá hasta las 3 de la mañana del lunes.
El departamento de policía ha incrementado de forma exponencial el número de efectivos a más de 400 para garantizar la seguridad de residentes y turistas. Además está revisando las placas de cada automóvil que ingresa para asegurarse que no sea robado.
Y para los residentes de Miami Beach el Spring Break representa un costo, pues el Departamento de la Policía tiene proyectado gastar $700,000 dólares tan solo en tiempo extra para sus oficiales.
Cortesía:T51