La Fiscalía de Irlanda del Norte ha presentado cargos contra un exsoldado británico activo en la operación de control de una manifestación en la ciudad de Derry, que causó 13 muertos en el llamado Domingo Sangriento del 30 de enero de 1972.
El exmilitar, cuya identidad sigue protegida, está acusado de asesinato de dos norirlandeses e intento de asesinato de otras cuatro personas.
«Se ha concluido que hay suficientes pruebas para procesar a un exsoldado, soldado F, del asesinato de James Wray y William McKinney; y del intento de asesinar a Joseph Friel, Michael Quinn, Joe Mahon y Patrick O’Donnell», declaró el director del servicio fiscal Stephen Herron.
Una investigación independiente confirmó en 2010 que ninguno de los muertos ni los 15 heridos de bala había disparado contra los soldados ni representaba «una amenaza de muerte o lesión grave» para los militares.
El entonces primer ministro, David Cameron se disculpó públicamente en nombre del Gobierno del Reino Unido de la «injustificada e injustificable» actuación del Regimiento de Paracaídas, cuerpo de élite del Ejército británico.
Soldado F es el único acusado de un grupo de 16 veteranos que están bajo sospecha de haber cargado letalmente contra ciudadanos desarmados en Derry-Londonderry, segunda ciudad de Irlanda del Norte.»Se ha concluido que las pruebas disponibles son insuficientes para sostener una perspectiva razonable de obtener condenas», agregó el director del PPS (por sus siglas en inglés) en referencia a esto grupo de sospechosos.
El responsable fiscal no descartó procesamientos adicionales por presunto perjurio de los paracaidistas en sus testimonios hasta la fecha.
El Gobierno británico ha garantizado ayuda y apoyo a los exmilitares que afronten procesos judiciales por disputadas acciones en Irlanda del Norte anteriores a los acuerdos de paz de 1998.
Cortesía:sputnik