El ayuno lo realizan Carla Alvarez y una activista que prefiere ser solo identificada como “Chintilla”. Ambas iniciaron la noche del viernes la huelga de hambre hasta el domingo a las 6:00 PM; durante dos días permanecerán en la Calle Flagler y la avenida 17, a pocas calles del Consulado General de Nicaragua en Miami.
La huelga de las dos mujeres nicas-estadounidenses inició tras una protesta contra la dictadura Ortega-Murillo, realizada a las puertas de la sede Consular, en la calle West Flagler y la 13 avenida, en la Pequeña Habana. Luego un grupo de nicaragüenses acompañó a la avenida 17 a las dos huelguistas para instalarse en la esquina de esa avenida y la Calle Flagler.
La activista Carla Alvarez, dijo que la huelga tiene como propósito apoyar la libertad de los presos políticos en Nicaragua y sumarse al ayuno que realizan las ocho presas políticas.
“Las queremos apoyar, aunque sea por dos días, para que sepan que la comunidad de Miami está con ellas y con todos los presos políticos para que sean liberados. Es un sentir para ellas, aunque sea con un poquito en apoyar la huelga de hambre. Me identifico mucho con lo que ellas están viviendo porque en los años 80 yo pasé por lo mismo”, dijo Alvarez, nacionalizada estadounidense.
Alvarez, activista proinmigrante, es la segunda vez que participa en una huelga de hambre. La primera fue en 1998, junto a un grupo de nicaragüenses en demanda de la aprobación de la Ley Nacara, que benefició con estatus legal permanente a miles de nicaragüenses en Estados Unidos.
Chintilla regresó a Nicaragua, su país de origen, en 2006, y tuvo que salir en noviembre de 2018 para resguardar su vida.
“Fui testigo y viví en carne propia lo que los universitarios pasaron desde el 18 de abril, la masacre en Nicaragua la viví junto con ellos. Regresé a Estados Unidos porque era perseguida y mi cabeza tenía precio porque abastecía a las trincheras de los universitarios y las casas de seguridad”.
“Me sumo a la huelga, primero, porque hay que luchar hasta que todos los presos políticos estén libres, y segundo, quiero ver a Nicaragua libre y que la corrupción sea erradicada, va a costar, pero lo vamos a lograr”, dijo Chintilla.
Por su parte, la organización Fuerza Ciudadana de Unidad Nacional (FCUN), emitió un comunicado en respaldo a la decisión de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), de no participar en la mesa de negociación entre el régimen Ortega-Murillo y la Alianza Cívica, que asegura solo representa al gran capital y al Movimiento Renovador Sandinista (MRS), exaliados de Ortega.
El CEN rechazó el viernes la invitación realizada por el régimen de Ortega y la Alianza Cívica para participar como testigo y acompañante del llamado Diálogo Nacional.
«Deseamos que este esfuerzo llegue a buena meta e informamos que hemos respondido a la carta recibida, comunicando a los participantes que no estaremos presentes físicamente en el foro de negociaciones, pero acompañaremos como pastores estos momentos cruciales de nuestra Patria», expresa una carta del CEN, firmada por su secretario general, monseñor Abelardo Mata, obispo de la Diócesis de Estelí.
FCUN, que aglutina a movimientos de estudiantes universitarios, autoconvocados, y Resistencia Campesina, señala que antes de una negociación es primordial la libertad sin condiciones de los presos políticos en Nicaragua, el restablecimiento de las libertades públicas y la presencia de garantes internacionales.
Christiam Martínez, representante de FCUN, dijo que un posible diálogo debería realizarse en el exterior y ser incluyente, donde participen todos los sectores involucrados en la lucha contra el régimen de Ortega.
Fuente: Diario las Américas