Gobierno de López Obrador lamentó la muerte de un migrante mexicano en Texas

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El gobierno del presidente de México Andrés Manuel López Obrador lamentó la muerte de un migrante mexicano, tras ser detenido por la patrulla fronteriza de EEUU, quien estaba hospitalizado en la ciudad de McAllen, en el vecino estado de Texas.

«El Gobierno de México lamenta el fallecimiento de un ciudadano mexicano ocurrido el día de ayer en el hospital McAllen Medical Center, en McAllen, Texas y extiende sus más sinceras condolencias a sus familiares», dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores en un breve comunicado.

Después de su detención por parte de autoridades migratorias estadounidenses, el ciudadano mexicano de 45 años se encontraba hospitalizado en ese centro médico, desde el 3 de febrero pasado, «recibiendo atención médica por una enfermedad degenerativa en etapa terminal», precisa el comunicado.La oficina del canciller Marcelo Ebrard añade que el consulado de México en esa ciudad texana vecina de la mexicana Reynosa, del estado Tamaulipas, «ha dado puntual seguimiento a la situación desde la notificación de su arresto».

Al recibir la notificación de su fallecimiento, la representación consular procedió de inmediato a notificar a sus familiares, a quienes ofreció «asistencia para el traslado de sus restos a territorio nacional».

El consulado de México en McAllen continuará dando seguimiento al caso y brindará a los familiares del fallecido asistencia consular.

El inmigrante mexicano estuvo varias semanas bajo custodia en EEUU luego de ser arrestado a principios de febrero por atravesar ilegalmente la frontera.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EEUU, dijo que el mexicano había sido «arrestado anteriormente por la CBP».

Según el parte estadounidense, el mexicano fallecido estuvo dos semanas bajo tratamiento por cirrosis de hígado e insuficiencia cardíaca.Se trata de la tercera persona que muere bajo custodia de la patrulla fronteriza de EEUU en los últimos meses.

Una niña guatemalteca de siete años falleció el 8 de diciembre pasado dos días después de ser arrestada junto con su padre por ingresar ilegalmente en Estados Unidos.

Las autoridades de EEUU comunicaron que la niña no había comido ni bebido nada durante varios días.

Según activistas de derechos humanos, la niña murió por un shock séptico, fiebre y deshidratación.

Un segundo niño migrante, también de nacionalidad guatemalteca y de ocho años, murió el 24 de diciembre después de ser detenido por atravesar la frontera de forma ilegal.

cortesía:Sputnik