El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha asegurado a una delegación estadounidense que Estados Unidos debe respetar el derecho de China a desarrollarse y prosperar, en medio de las conversaciones comerciales entre ambos países.
Las dos economías más grandes del mundo comenzaron esta semana su última ronda de negociaciones para resolver la disputa por la que ambos países han impuesto aranceles sobre las importaciones del otro.
Estados Unidos ha acusado a China de prácticas comerciales desleales, incluidas transferencias de tecnología forzadas, cargos que ha negado.
Wang ha indicado que el respeto y la cooperación son la opción correcta para ambos países, algo que la comunidad internacional espera ver.
«Al igual que Estados Unidos, China también tiene derecho al desarrollo, y el pueblo chino también tiene derecho a tener una buena vida», ha recalcado el ministro en un comunicado.
«La parte estadounidense debe reconocer que el desarrollo de China es de interés para el mundo, así como de Estados Unidos. Al ver el desarrollo de China como una oportunidad para Estados Unidos, esto puede ayudar a resolver ciertos problemas, incluidos los comerciales y económicos», ha añadido.
La delegación estadounidense contaba con el exasesor de Seguridad Nacional Stephen Hadley, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Myron Brilliant, y el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Jeremie Waterman.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que las conversaciones comerciales con China iban bien y sugirió que estaba dispuesto a retrasar el plazo del 1 de marzo para completar las negociaciones, diciendo que no era una fecha «mágica».
Se espera que los aranceles de 200.000 millones de dólares en importaciones chinas aumenten a un 25 por ciento desde el 10 por ciento antes del 1 de marzo si los socios no resuelven su disputa comercial, pero Trump ha sugerido varias veces que estaría dispuesto a posponer el plazo.
Las negociaciones celebradas en Washington esta semana se han producido después de otras conversaciones en la capital china que terminaron sin un acuerdo, pero con avances en algunos asuntos clave.
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